Lección n°1: Obedece cuando se te ordena

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El día de hoy transcurría en el Instituto Albercas Adormecidas, en las escaleras que daban a bachillerato y primero de la eso.

Jennifer se encontraba en una situación embarazosa , rodeada de estudiantes que solo querían presenciar esa vergonzosa situación.

Las miradas satíricas que la rodeaban se cernían sobre ella, como una manada de lobos hambrientos observando a su presa, solo para reírse de ella o contemplar un escenario fuera de lo comúnmente aburrido que era el día a día allí.

Jennifer trataba de fijar la vista en su oponente, mientras luchaba por resistir ese poderoso sentimiento que poco a poco iba humedeciendo su entrepierna.

La pelea estaba apuntó de disputarse, no había tiempo de dejarse llevar por la excitación de aquellas miles de miradas, famelicas de verlas pelear.

Jennifer con un complejo de perra contra Lucía con complejo de gato.
Ambas a cuatro patas encarandose y gruñendole a la que tenían en frente, cada una con su collar y una chapa, de cuyo nombre en el reverso era el de su amo/a.
En el de Jennifer decía *propiedad de Shara segunbae*.

Estas dos personas se disponían a desgarrarse como si no hubiera un mañana.  Jennifer cabreada y casi fuera de sí, la cosa solo podía acabar de una forma. *¡ Despidete orco inmundo! , lamentaras el haberme echo sentir inferior todo este tiempo*.

Lucía no iba a retirar lo que le había dicho a Jennifer todo este tiempo ,no se iba a disculpar con ella, en absuluto, solo quería sangre y saciar el enfado que le ocasionó Jennifer por haber osado a retarla.

Ambas se disponían a dar el primer paso, apretando cada vez más los dientes, así como las uñas sobre el suelo, las garras de Jennifer abandonaron el suelo, en un frenetico y sangriento intento de arrancarle la nariz a Lucía, pero su cabeza se inclinó de pronto y de forma brusca hacia atrás, sintiendo como agarraban de su pelo de forma que casi se lo arrancaban.
Jennifer jadeaba cada vez más a medida que el agarre se intensificaba.

Shara su ama le agarraba del pelo, deteniendola, tirando hacia atrás para que se sentará.
Jennifer sintió como si su cuello se partiera en dos, estremeciéndose al oír la voz autoritaria de Shara susurrandole al oído, - ni se te ocurra, volver a hacer eso, o juro que te mordere tan fuerte la oreja, que tus gemidos llegaran hasta la luna -, Jennifer tragó saliva al instante de dejar de escucharla, y liberó un pequeño gemido al recordar el aire cosquilleando su oído por dentro.

Shara soltó su agarre tirando la cabeza de Jennifer hacia adelante, haciendo que esta cayera de nuevo a cuatro patas.
Jennifer alzó un poco la cabeza para ver que había sido de Lucía, viendo como ya le había puesto la correa su dueño y se la llevaba, mientras que a ella se la estaban sacando para ponersela, Jennifer veía al resto de personas de su alrededor de nuevo, y como algunas personas ya se marchaban al ver que ya no había pelea.

Las miradas que aún permanecían se iba apagando, mientras que ella aún estaba a cuatro patas por delante de su dueña como esperando una remienda por aquello que estuvo a punto de hacerle a Lucía.

Shara le puso la correa y la llevó a tirones delante de los que aun estaban al cuarto de baño más cercano, alejándose del resto de personas, y de Lucía y su dueño.

Al llegar al baño, totalmente encerradas, con Jennifer a cuatro frente a Shara. Jennifer no podía más que agachar la cabeza arrepentida y mirar al suelo, ya que no le estaba permitido dirigirle una mirada a su dueña sin que ella se lo permitiese.

Shara se puso de cuclillas frente a Jennifer y la cogió del mentón, elevandole un poco la cabeza, mientras Jennifer aún miraba al suelo con tristeza y miedo, - ¿sabes lo que tengo que hacer ahora no?.... -, Jennifer asintió con la cabeza mientras aún recordaba el tacto de los dedos de su amo en la barbilla, al dejar estos de tocarla.

- Date la vuelta y eleva el culo-, obediente, Jennifer se dió la vuelta apoyando la cabeza y los brazos en el suelo helado, y subiendo el culo como ordenó, juntando la piernas e inclinando su cuerpo hacia abajo.
Su amo le bajaba lentamente el short negro que llevaba.
Dejando ver así su vergonzoso tanga de hilo de color negro, Shara puso una sonrisa traviesa, mientras le acariciaba un poco el cachete derecho a Jennifer, poniéndola cada vez más nerviosa, y consiguiendo que esta apretara los puños, mientras esperaba....

- ¡Aah! -, la fuerte cachetada.

Un leve gemido salía de repente de los labios de Jennifer , acompañado de un constante jadeo, mientras su amo la azotaba una y otra vez sin descanso.

Mordía Jennifer sus labios mientras era golpeaban por esa áspera mano, que solo buscaba un leve color rojo en sus cachetes, para luego acariciarlo, consiguiendo que el picor provocado se esparciera por todo su culo.

Jennifer lo apretaba en un inútil intento de evitar sentir aquella constante incomodidad, pero solo consiguiendo que liberase un leve quejido acompañado de un ridículo contoneo.

Una vida de sumisa a tu lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora