Cuarenta y dos.

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—¡NamJoon! —llamó el mayor— ¡Deja de tomar! ¿Qué harás si Yoongi y nuestro invitado te ven así?

El castaño ignoró lo dicho por su amigo y continuó bebiendo encerrado en su habitación.

Quería llorar.
Quería perderse en el alcohol y por un día olvidar el peso de ser él.

Necesitaba olvidar quién era y qué hacía, sus sueños y aspiraciones, sus inquietudes y obligaciones.

—SeokJin —pronunció lentamente aquel nombre— ¿Por qué?

Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Su boca temblaba y sus manos también.

—Debo luchar por ti —hizo una pausa— No —negó— Debí luchar por ti.

Después de pronunciar aquellas dolorosas palabras continuó bebiendo.

No le importaba si al día siguiente tenía una reunión importante, tampoco le importaba si tenía que ir al hospital con Yoongi.

—¡Abre la puerta ahora! —seguía gritando el mayor.

—¿Qué estás haciendo?

La voz de otro chico le tomó por sorpresa e hizo que voltee rápidamente hacia la dirección de donde vino esta.

—¿Tú que haces aquí? —preguntó fastidiado— SoJung no está aquí por si lo preguntas, ella está ahora mismo en el hospital.

—Lo sé —asintió— Vengo de ahí, SoJung dijo que...

—No me interesa —interrumpió.

El castaño miró con tristeza al mayor y asintió.

—¿Sabes si algún cuarto está desocupado? —señaló su maleta— Necesito colocar mis cosas.

—¿Acaso te quedarás aquí?

Los ojos de SooHyun se abrieron exageradamente de la impresión.

La molestia en su cara era demasiado notoria, no tenía intención en disimular de todos modos.

—SoJung dijo que me quede aquí hasta que ella sea dada de alta —respondió— Era eso lo que te quería decir.

Mentía, él quería decirle tantas cosas.

SooHyun miró sin interés al castaño y rodó los ojos, no quería seguir más tiempo junto a él.

—Como sea —cruzó los brazos— Tengo cosas más importantes que hacer.

Sin esperar a que el menor dijera algo, el pelinegro comenzó a caminar para marcharse del lugar. Pero fue interrumpido por la mano de este, la cual sujetaba su muñeca.

—¿Qué haces? —preguntó— ¿Te ocurre algo?

—¿Podemos conversar?

—Ya lo estamos haciendo.

El castaño miró confundido al mayor y suspiró, necesitaba mucho hablar con él.

—Sabes que no me refiero a eso.

SooHyun se soltó bruscamente de su agarre y sonrió con burla.

—Tú y yo no tenemos nada de que hablar —se acercó— ¿Acaso lo olvidas?

—¿Olvidar qué?

—Tú fuiste quien...

—¿Tío JaeHwan?

Una tercera voz asustó a ambos.

Era Yoongi.

El castaño volteó hacia el menor y sonrió, su corazón comenzó a palpitar muy rápido y sus manos comenzaron a temblar.

Todo esto fue visto por SooHyun, quien miró confundido la reacción del castaño.

—¡Tío JaeHwan!

El pálido niño fue corriendo a brazos del mayor, hace días que no lo veía y aquel hombre llegó en el momento indicado.

—Mi pequeño —cargó a Yoongi— ¿Creciste? Te extrañé mucho.

—Yo también te extrañé mucho —repartió muchos besos por la cara del castaño.

—¿Y Davy? —preguntó SooHyun.

—Está con la señora Danna —respondió sin mirar al pelinegro.

—¿Recién regresaron?

—Sí —sonrió— Nos divertimos mucho en el parque.

—Es bueno saber que se divirtieron.

—¿Davy? —preguntó JaeHwan.

—Es mi nuevo amigo —respondió Yoongi— Te lo voy a presentar, pero primero iré a saludar a mi padre.

El menor sonrió y caminó hacia la puerta de NamJoon. Pero fue interrumpido por un nervioso SooHyun.

—¿Por qué primero no le presentas a Davy? —sugirió— Tu papá ahora está descansando, recuerda que tuvo un día muy agotador.

Yoongi miró la puerta de la habitación de su padre y asintió.

—Está bien, entonces va...

Las palabras del pálido niño fueron cortadas por un estruendoso sonido proveniente de la habitación del mayor.

—¿Qué fue eso? —preguntó JaeHwan.

—Iré a fijarme —dijo SooHyun— Por favor lleva a Yoongi abajo.

El castaño asintió y se llevó al menor. Ya luego le pediría una explicación a SooHyun.

—Ay NamJoon —suspiró— ¿Qué haré contigo?

Mírate y sonríe. [NamJin/ChenJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora