LO QUE SIENTO POR TÍ

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Habían pasado cinco días desde la extraña llegada de Naruto a la aldea y su recuperación fue avanzando a pasos agigantandos pero su mente iba más lento. No obstante ya había salido del hospital y ahora se hospedaba en la casa de Gaara y sus hermanos. Necesitaba entrenar así acabaría de recuperarse en cuanto a lo físico pero no había forma de que pueda recordar algo de lo sucedido, eso lo tenía muy alterado y no solo a él.

Esa tarde él y Gaara fueron a entrenar juntos ya que ambos lo necesitaban. El Kasekage empleaba la arena para que su amigo pueda ir recuperando sus reflejos y moviéndose como antes. Los progresos de Naruto eran muy notorios ya que en pocas horas pudo recuperar la agilidad corporal. El ninja rubio esquivaba y contra-atacara cada vez con menor dificultad, sus saltos y velocidad eran mejor que la de la mayoría de los ninjas de la aldea y sabían que era cuestión de tiempo para que se recupere al cien por ciento. A su vez Gaara aprovechaba para perfeccionar varias de sus técnicas entrenando con Naruto.

Pasando el tiempo en el entrenamiento el ninja rubio estaba tranquilo, su mente serena y sin alteraciones. Pero no bien éste acababa y volvia a casa todo el peso de su situación caía sobre su persona como piedras de plomos. Cuando la tarde caía y empezaba el atardecer Naruto contempló las estrellas desde el suelo intentando seguir con su mente en blanco, sin pensar nada ni alterarse por nada.

Pero lo cierto era que aquello le resultaba prácticamente imposible ya que extrañas imágenes se le cruzaban por su mente, imágenes donde él estaba corriendo siendo perseguido por sombras sin formas. Aquello no tenía ningun sentido en verdad pero le provocaban fuertes escalofríos. El miedo surgía de las profundidades de su inconciencia sin razón aparente al menos para él. En esos momentos empezó a sudar frío.

- Naruto ¿Qué te ocurre? - le preguntó Gaara percatandose del cambio en él - ¿Otra vez esas sensaciones?
- Si... maldición - rugió golpeando el suelo - Si tan solo supiera a qué se deben
- Puedo informar a Konoha si quieres y así....
- ¡No! - exclamó - De lo único que estoy seguro es que no deseo volver a Konoha ni que ellos me busquen. No me preguntes por qué, solo es lo que siento.
- Como gustes.

Al regresar a casa Kankou le notifico que los excavadores de la aldea encontraron en las lejanas tierras cerca de la frontera norte unas dos piedras en forma de lápidas que tenían extraños geroglificos. Parecían ser muy antigüas y ahora estaban en el museo de la aldea siendo estudiados y descifrados por los científicos de la aldea. Sería un excelente aporte a la ciencia y a los estudios académicos pensaban todos. Gaara le pidió a su hermano que se ocupará de eso ya que él no sentia principalmente atracción a esas cosas.

Luego de ducharse fue se disponía a ir al despacho pero vió a Naruto iluminado con la luz de la luna mirando el firmamento desde el ventanal y sonrió. Vió en la expresión del ninja rubio cierto anhelo. Se le acercó.
- ¿En qué piensas? - quiso saber
- En nada en especial
Gaara lo observó en silencio unos momentos y luego sujetándole la mano lo llevó al jardín de la casa, su lugar favorito. No quería que se sintiera encerrado ni verlo tan desanimado. Cuando entraron al paradisíaco lugar donde había toda clase de flores de los más variados colores y las estrellas parecían tener un matiz diferente el ninja rubio sonrió con placer.

Aquel era un hermoso lugar en verdad
- Gracias...Gaara
El Kasekage lo miraba con pasión sin lograr ocultar sus sentimientos, estaba junto a la persona que más quería que tanto extrañaba tener  a su lado y que amaba con cada fibra de su ser. Haría cualquier cosa con tal de verlo feliz, de ayudarlo a reponerse. Lo que se sea. Pero no podía sincerarse con él, en verdad nunca fue bueno a la hora de demostrar sus sentimientos.

- Puedes venir aquí las veces que quieras Naruto - le dijo Gaara - Tienes mi permiso
- Gracias...Gaara yo...quisiera quedarme aquí para siempre - Gaara lo miró asorado - Ser un ninja de tu aldea es lo que deseo.
- Pero tú eres un Shinobi de Konoha
- No, ya no lo soy
- Naruto todo cambiará cuando recuperes tu memoria creeme
- No Gaara...no cambiará ¿Por qué no me quieres creer?
- No es eso
- ¿Qué es entonces? ¿Piensas que cuando recuerde todo si es que vuelvo a recordar tomaré mis cosas y me iré así sin más dejandote atrás? ¿En verdad piensas esos de mi?

EL SHINOBI DE LA ARENA ( GAANARU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora