Forever and always

The day.

Ayer de tanto pensar me dormí, ahora es viernes, el día de la fiesta y oh vaya, esta vez sí quería ir, estaba completamente aburrida de estar triste, no habían más lágrimas en mí, y creo que a mamá le hubiera gustado que estuviera feliz, y siento que lo seré.

Al levantarme me lavé los dientes, me bañe y cambié, y bajé a tomar un desayuno. Cuando bajo me encuentro la imagen de mi hermanastro, haciendo el desayuno, hacía años no lo veía.

—Matt, que haces aquí, te he extrañado muchísimo, ¿Cómo entraste a la casa?

—Oh cariño ven abrazame, estaba esperando a que te levantaras, duermes como foca, mujer -dijo a modo de broma.

—Lo sé vale está bien, ¿Vas a responderme o no?.

—Nuestro padre me ha dado llaves, vengo a hacerte compañía, él estará en un viaje importante unos dos meses mínimo.

—¿Dos meses?, esto apesta.

—Estaras conmigo.

—Lo único positivo.

—¿Quieres ir a cenar en la noche, Clara? No esperes que cocine por favor, sabes que lo hago súper mal.

—Esta bien, ah no, espera, hoy iré a una fiesta a la que Hayley me obligó a ir peeero ¿Quieres ir?, no dejaré que te quedes aburriendote en esta casa de mierda.

—Ja, iré, pero por ti, Clara, necesitamos un poco de diversión, hace mucho tiempo no la tienes.

—Lo sé, pero... Vamos a salir a desayunar no quiero que cuando llegue papá encuentre una cocina quemada.-Dije bromeando.

El rió y agarró su chaqueta para irnos al restaurante, cuando bajamos al parqueadero vi su auto, un hermoso auto color negro, grande, hermoso simplemente.

—¿Te gusta? -Dijo mirando con orgullo a su auto.

—Callate y maneja idiota.

Llegamos al restaurante y, para mi sorpresa, la figura de un Tyler fumando afuera llegó. Matt y yo bajamos sin prestar mucho atención a Tyler, cuando siento una mano agarrando mi brazo...

—Hey, Clara. -No pude evitar sonrojarme pero parece que él no se fijo en eso.

—Hey, Tyler. -Dije tratando de sonar tranquila.

—Estás hermosa. -Dijo observandome.

Lo miré incrédula, Sonreí y entre al restaurante con Matt.

-¿Quién era ese?

-Tyler Jepsen, un idiota, mujeriego, con el que todas caen.

-Te gusta.

-No-Me sonroje.

-No te estoy preguntando, te conozco hermanita, te gusta.

-¿Por qué me debería gustar un gilipollas que cree que todas lo quieren solo porque está increíblemente bueno?

-Increíblemente bueno, si ves, ahí está la respuesta. Te gusta.

-Callate y busquemos asiento, muero de hambre. —Me miró poniendo los ojos en blanco.

-¿Que vamos a comer?

-Pizza.

-Clara, son las 10 de la mañana.

-Matt, no me importa. Pizza.

-¿Qué se les ofrece? Dice la camarera interrumpiendo nuestra pelea por la pizza.

Matt empieza a ordenar.

-Para mí un batido de chocolate con un postre de fresas.

-Yo quiero... -Comencé a hablar.

-Para ella un jugo de naranja y un dedito horneado, que el jugo sea sin azúcar, por favor.—Me interrumpió.

La camarera anotó la orden y se fue a la cocina.

-¡¿Qué demonios estás haciendo, Matthew?!

-Esperando el pedido. Qué más.

-Sabes que odio los jugos sin azúcar, yo quería una pizza.

-A esta hora no, Clara.

-Está bien.

Después de 15 minutos de espera llega la camarera con nuestra orden.

Veo el jugo y...

-¡CLARA QUÉ DEMONIOSSS!

Y ahí estaba Matt Marin cubierto de jugo de naranja.. Dietético.

Caí al piso de tanto reírme.

-Me las vas a pagar niñita.

-Ja, Matt, decías que me faltaba diversión, ya la tengo.-Dije entre risas.

-Por favor una pizza de jamón y queso para llevar-Le dije a la camarera.

Luego del escándalo del jugo, llegamos a la casa, comimos pizza. Y mi divino y hermoso hermano se limpió luego de haber derramado un jugo en él.

-Siempre te sales con la tuya.

-Lo sé.

Estábamos en el mueble, acostados comiendo pizza como cerdos hasta quedarnos dormidos.

-EL COLEGIOOOOOO-Desperte de golpe, gritando y levantando a mi hermano de paso.

-Haz silencio, Hermanita.

-Matt es tu primer día aquí y ya falté al colegio, en serio, viniste a alegrarme o a hacerme una chica mala-Dije en tono burlón.

-Las dos. Dejame dormir.

Para Matt dormir era sagrado, así estuviera con pedazos de pizza y toda la cara empapada de grasa. Ese era él. Como obviamente no me daba tiempo de ir a clases, me junté con él y seguí durmiendo.

*Matt pdv*

Me levanté y mire alrededor, como demonios me pude dormir con una pila de pizza al lado mío, ahora me tocaba darme una ducha. Vi la hora, 6 de la tarde y mi hermana aún dormida.

-Clara, levantate, hey, niña. —La sacudi.

-Hola sexy hermano.

-¿No te deberías estar arreglando para la fiesta?

-LAAAA FIESTA.

*Clara pdv*

No me acordaba de la puñetera fiesta, ahora me tocaba arreglarme.