Capítulo 21

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Estábamos en el coche de camino a la universidad y esperé unos segundos a que hable.

—Vas a alejarte de Iker.

¿Ah?

—Y tú vas a lanzarte de un avión—respondí divertida y velozmente. Volteó con el ceño fruncido. —Pensé que estábamos ordenando idioteces.

—No —declaró con seriedad—. Vas a alejarte de él.

—¿Perdón? —pregunté totalmente extrañada. Entre todas las cosas que imaginé que podía decirme, definitivamente no me esperé este tema de conversación.

—No puedes volver a verlo —dijo viendo al frente con un tono estricto y frío.

¿Me estaba diciendo qué hacer? ¿Y a este qué bicho le picó?

—Estás bromeando —afirmé relajándome. Cuando dijo que quería hablarme de algo, pensé que era importante, no esas tonterías.

—Sé cosas acerca de él —confesó serio.

—Sabes cosas —repetí levantando las cejas con burla.

Se volvió hacia mí severo.

—No tiene una buena reputación, Ava. Hazme caso y mantente alejada —habló terminante. Arrugué el rostro en respuesta.

¿Pero qué mierda le sucedía? Estaba acostumbrada a oírlo hablar con cierta autoridad, y la seguridad era un aspecto que predominaba en su personalidad, pero esta vez estaba cruzando una raya que no le correspondía, una raya que ni siquiera debía de existir en su vida.

—¿Me estás prohibiendo que salga con alguien por su reputación? —Reí amarga—. Tú te paseabas por la vida con heridas en la cara y aún así estoy en tu coche, ¿no?

—No te hagas la graciosa —habló soberbio a la vez que estacionaba en la facultad—. Lo digo en serio.

—Solo vamos a clase, ¿de acuerdo? —dije irritada antes de bajar del coche. No me apetecía seguir escuchando órdenes absurdas y estaba muy equivocado si pensaba que le haría caso únicamente porque él lo decía.

Cerré la puerta y di pasos por la calzada. Escuché a Derek venir detrás de mí y lo siguiente que sentí fue su mano tomándome del brazo para que me detuviera.

—No me toques —dije tajante y mi expresión se endureció de inmediato.

Se dio cuenta de su error y me soltó para pararse frente a mí.

—Puta madre, Ava —dijo suspirando—. Estás actuando como una niña. Si te lo estoy diciendo no es una maldita broma.

—No me jodas, Derek. —Lo esquivé y seguí mi camino al edificio donde compartiríamos nuestra próxima clase.

Lo que había dicho de Iker y las órdenes que creía tener el derecho de hacerme eran sinsentidos a los que no les prestaría mucha atención, pero que se haya tomado la atribución de tomarme del brazo... Esa fue la gota que derramó el vaso. Él estaba al tanto de todo lo que había sucedido con Damién y sabía cuánto me afectaba que me sujetaran sin que yo quisiera.

Eso no iba a dejarlo pasar.

No tenía la intención de darle la oportunidad de seguir molestándome, así que cuando entré al aula me senté al inicio de la clase por primera vez en el semestre. Sabía que no podría interrumpirme con sus imposiciones con Merino a pocos centímetros.

A los segundos, dos manos aparecieron en mi pupitre. Derek estaba inclinado buscándome la mirada.

—Sally...

ALBA © [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora