𝙲 𝙰 𝙿 𝙸 𝚃 𝚄 𝙻 𝙾 22

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Stan:


Mis manos aún tiemblan y todo mi cuerpo se siente ansioso.

Desde aquel día no me he sentido normal.

En las noches los recuerdos de Kyle me invaden, cuando cierro los ojos aún puedo sentirlo, su respiración, la suavidad de su piel, aún puedo sentir el sabor de sus labios o su tacto recorriendo mi piel.

Mi respiración se acelera y mi corazón enloquece.

Perdí la cuenta de los días que no lo he vuelto a ver, y cada vez me siento más ansioso, lo necesito... Cada parte de mi lo necesita.



Lo necesito...

Quiero volver a verlo...

Entonces mis ojos volvieron a cristalizarse, sabía que debía resignarme, ya no lo volvería a ver pero, maldita sea, como dolía, ni siquiera tenía una explicación de lo que pasaba, solo pedían que lo supere.

Froté mi frente, ya estaba harto de esta situación... Tal vez, si yo...


Entonces la puerta fue abierta. Era Tweek.


–Tweek, ¿Algo pasa?– pregunté.



–N-no...– Se quedó parado detrás de la puerta –Solo, que-quería hablar contigo–


–Claro– dije y me senté de mejor forma en la cama –¿De qué quieres hablar?– por su mirada parecía que dudaba un poco, luego entró a la habitación y se paró en frente mío con la mirada en el suelo.


Sus labios temblaban y no dejaba de juguetear bruscamente con sus manos.


–Y-yo... Tus manos...–

–¿Eh?–


–Tus manos, ¿Puedo verlas?– por alguna razón había dejado de estar tan nervioso.


–... Claro– dije algo inseguro y las levanté hace el, él las tomó con cuidado y empezó a mirar las palmas de estas para luego tocar las cicatrices que ahí había.

–Estas cicatrices, ¿De cómo las tienes?–

–Hmm... La verdad no estoy muy seguro...–


–Ya veo, y...– lo miré curioso –¿Tienes más cicatrices aparte de estas?– preguntó con algo de miedo.


–...– no respondí.


Después de aquel día, en el que vi a Kyle por última mi cuerpo me ha empezado a doler de manera insoportable, aveces incluso lloraba, y cuando el dolor calmaba, al día siguiente, una cicatriz ya hacía en aquel lugar. Ovbiamente no le he dicho a nadie.



–¿Stan?–



Entonces mis ojos se cristalizar on por alguna razón. ¿Debería decirle? Aveces... Es bueno desahogarse con alguien ¿Verdad?


No dije nada, tomé mi polera, mis manos temblaban, desvié la mirada y con inseguridad fui quitándome la polera.



No eran tres o cinco cicatrices, eran varias, algunas en mi espalda y otras en mi abdomen y pecho, al más mínimo toque dolían y lo peor no se cómo me las había ocasionado.




𝘝𝘪𝘤𝘪𝘰 𝘐𝘯𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦 | 𝘚𝘔+𝘒𝘉 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘦 [𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora