Tener una familia es una experiencia llena de altibajos qué, pueden convertirse en recuerdos maravillosos si se solucionan con amor, diálogo y respeto
Seokjin sabía que él ya había superado los obstáculos de una relación así como también había vivido los maravillosos años de matrimonio, qué a pesar de una que otra pelea menor, había conseguido mantener sin perder el amor que Namjoon y él se tenían
Pero definitivamente no estaba preparado para encargarse de dos niños pequeños, en especial si uno de ellos era su esposo de 30 años. Para Seokjin, iniciar el día con su pequeña familia era decir desde muy temprano:
—¡¡Kiiim Namjooooon!!
Seokjin cubrió su rostro, negándose a ver el desastre que estaba frente a él. Su esposo y su hijo dejaron de jugar y lo observaron, llenos de tierra, lodo y uno que otro pétalo de una pobresita flor que tuvo la mala suerte de estar en su camino.
Namjoon estaba sin camisa, usando solo una pantaloneta roja y sosteniendo una manguera que seguía liberando agua. Su musculoso pecho estaba mojado y tatuado en un costado, por lo que tenía a sus vecinas de cuarenta y tantos babeando en todo el porche.
Su pequeño hijo tenía su cabello revuelto, mojado y su pancita estaba llena de tierra al igual que su carita.
Namjoon río avergonzado y apartó el cabello desordenado y empapado de su frente, peinandolo hacia atrás con sus dedos mientras sus hoyuelos marcaban sus húmedas mejillas. Una de las vecinas se desmayó y su amiga ni se percató, más interesada en comerse con la mirada a su esposo.
Seokjin solo usaba un suéter de sudadera largo hasta los muslos de color rosa pálido, así qué le daba un poco de vergüenza salir y traer de una oreja a sus dos bebés.
—¡Te vas a resfriar Kim Jung!— Regañó y su pequeño se escondió con una risa detrás de Namjoon
—Perdon mi amor pero está haciendo demasiado calor— Namjoon se dirigió a la válvula de agua y giró la llave dentada, para después empezar a guardar la regadera.
Seokjin suspiró y decidió salir, sus desnudas piernas fueron acariciadas por el sol de la mañana y se agachó para alzar en brazos a su hijo. La sudadera resbaló por uno de sus hombros, enseñando la pálida piel cremosa.
El cartero pasó en su bicicleta y al ver a Seokjin, frenó de inmediato con brusquedad. Sonrió ampliamente y se bajó de su bici. —¡Hola Jin!
Seokjin sonrió —Hola, ¿Algo para mí?
Namjoon terminó de guardar la regadera y se giró, notando de inmediato el aspecto de su precioso esposo recién levantado, expuesto ante el cartero que no era más que una hiena a sus ojos, queriendo robarse lo que pertenecía al león.
Él cartero sonrió — Sí, un saludo de tú servidor— Sujetó su mano y le dió un descarado beso en el dorso. Él pequeño Jung golpeó su manito contra la del cartero y le enseñó la lengua con una mueca.
—¡Jung!— Seokjin abrió los ojos de par en par
—¡Hijo de puta!— Namjoon se acercó apretando los puños y el cartero corrió hasta su bici, montándose de inmediato mientras reía.
—¡Adiós lindura!
Namjoon gruñó y cerró los ojos, imaginando que el cartero estaba bajo la suela de sus zapatos mientras el pisaba su cuello.
—Esperame adentro Jung— Susurró Seokjin, bajando a su pequeño. Jung asintió y salió corriendo, entrando de inmediato a la casa.
Seokjin se acercó lentamente, sujetó la mano apretada de Namjoon y la llevó a sus labios, besando el dorso. Namjoon abrió los ojos y lo miró de soslayo, sintiendo de inmediato que su miembro se ponía erecto al ver que Seokjin comenzó a frotar su mejilla contra su mano y después su mandíbula. Segundos más tarde, la frotó contra su cuello y finalmente la pasó por su desnudo y cremoso hombro

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Besos Bruscos - [Namjin]
Fanfiction🏆Ganadora de la medalla de oro en los premios Trouble Cube Awards 2020🥇Escrita en 2020 Seokjin quiere ser boxeador y Namjoon capitán del mejor equipo de fútbol americano. Seokjin solo busca sexo y Namjoon está enamorado de una animadora. Entonces...