No Puedo Verte Como Un Hermano •[YoonMin]•

꧁cap 40꧂ +18

El celular sonaba pero mi llamada no era contestada, decidí dejarlo sobre la mesa y aprovechar en terminar algunos deberes, agarré mi libro y me recosté en el respaldar en vano ya que apenas escuché el sonido de atendido me tiré de lleno a contestarlo.

-¿Hola?- Se escucha la voz en el altavoz.

-Hola- Digo con voz melosa- ¿Estás en casa?

-Si, ¿Por qué? ¿Quieres venir, Jiminnie?- La voz se habia vuelto cursi también.

-¡Entonces voy en camino! Y no me digas Jiminnie, ya casi tengo 18- Le reprocho mientras me levanto de la cama para empezar a acomodar mi mochila.

-Ja ja ja ya sabes que para mi siempre seguirás siendo un niño.

-Entonces deberías tratarme como tal y burlarte menos de mi- Termino de colocar los libros dentro y la cierro.

-Ese sonido... ¿Te quedarás a dormir?- La voz ahora sonaba suave y atrayente.

-Es la idea, si, ¿Puedo?- Pregunto haciendo mi voz lo más adorable posible con tal de obligarlo a decirme que sí.

-Si si, puedes, acomodaré todo- Al escuchar esto no pude evitar hacer un gesto de victoria.

-Está bien, esperame.

-Lo haré.

-Adiós!

Colgué e inmediatamente bajé las escaleras encontrandome con mis padres conversando en la cocina.

-¿Otra vez irás a lo de tu hermano?- Pregunta mi mamá.

-Sip, prometió ayudarme con la tarea.

-No te quedes hasta muy tarde que después no podremos ir a buscarte- Dice mi padre.

-No se preocupen, si terminamos muy tarde Yoongi dijo que no tenia problema en que duerma allí- Respondo con una sonrisa.

-Oh, entonces, ve con cuidado- Me despide mi madre.

-Sip- Los saludo con la mano para luego encaminarme la departamento de mi hermano.
Caminé por las calles hasta llegar al centro y una vez ahí me dirigí a uno de los departamentos que se encontraban por el lugar, presioné el botón para que me abrieran la puerta y una vez llegué subí hasta su piso, el 12 C, toqué la puerta y luego de un rato me abrió.

-Hol-

Antes de que terminara de hablar me abalancé sobre él, procurando cerrar la puerta de un empujón, me colgué de su cuello, él luego del impacto, dejó descansar sus manos en mi cintura cerrando el abrazo.

-Ja, me tratas como un niño pero mides casi lo mismo que yo- Me río entre dientes mientras lo miro suavemente de cerca.

-Siempre molestándome con mi altura- Me responde agarrando mi nariz entre sus dedos.

Iba a defenderme pero antes de darme cuenta una de sus manos subió hasta mi nuca y en un solo movimiento ya estaba besando dulcemente mis labios, no dejaré de repetirlo, su finos labios son los más suaves que pueden existir, correspondí el beso subiendo mis manos hasta la parte trasera de su cabeza atrayéndolo más a mi, los movimientos y el ruido mojado hicieron que de mi garganta se escapara un quejido.

-Mhm.

-¿Jimin?

-Lo... Lo siento.

-Eso fue muy dulce ¿Lo sabes?- Me dice con una sonrisa a centímetros de mi rostro.
Nos quedamos unos momentos admirando los ojos del otro, casi sumidos en un universo alterno- Quieres... ¿Quieres comer algo?- Pregunta algo tímido sin soltar el abrazo.