Capítulo 12

1.3K 124 10
                                    

Definitivamente debo dejar de leer cartas como si nada. Cada vez que leía una me llevaba una gran sorpresa y no de las buenas.

Estaba confundida. ¿Mi madre era una Smith?

Antes de seguir con las incógnitas en mi cabeza decidí leer las cartas faltantes.

“5 de Mayo, 1876.

Ya ha pasado un año. Nos estamos moviendo constantemente por el país para que mis padres y mi hermana no nos encuentren. Estaba decidida a darle una mejor vida a Lily. Yo no creía para nada en el amor a primera vista, pero con ella fue imposible. El hecho de sentirme completa con ella a mi lado me impulso a llevármela. No me siento ni un ápice de arrepentimiento en mi ser. Haría todo lo que fuera por ella. Albert también la ama y por eso me ayudo. Solo espero que todo lo que hicimos por ella no sea en vano.

Elizabeth Galdwell.”

¿Qué es lo que hizo mi madre?

“5 de Mayo, 1877.

No me esperaba para nada la visita de esta tarde. Creí que en un pueblo tan pequeño y poco conocido no me encontraría. Que equivocada estaba. Trataron de quitarme a mi bebe, pero estaba más que claro que no lo permitiría. Mi niña estaba mejor con nosotros que con ellos. Por nada en el mundo dejare que la separen de mi lado. Le agradezco eternamente a Albert que me ayudara a deshacerme de esos viejos chismosos de mis padres. No tienen porque intermediar entre los problemas de mi hermana y míos. Pero eso ya no importa, se que ellos no dirán nada a Evie. A menos que quieran que les cuente a sus inversores la estafa que les  están haciendo. Lo bueno es que eso ya está resuelto y ahora solo debo preocuparme por mi niña. Por mi familia.

Elizabeth Galdwell.”

¿Qué…?

“5 de Mayo, 1878.

Diablos. Sabía que este día llegaría, pero no hoy. No en su cumpleaños. Necesito pensar en algo para evitar que ellos se la lleven. Siento que mi alma se irá con ella si se la llevan. No me siento lista para separarme de ella y estoy segura de que nunca me sentiré lista. Ella era la luz de mis ojos, no me imaginaba ni un solo día sin ella sonriéndome con su sonrisita de tres añitos. El tiempo está pasando más rápido de lo que yo esperaba. Me estoy preparando para lo que se viene. No sé cómo, pero lograre que ella se quede conmigo.

Elizabeth Galdwell.”

Estoy entendiendo, pero no quiero. Saber todo lo que sucedió y lo que hizo mi madre me daba escalofríos. Agarre la última carta sobre la mesa. Tome el contenido para abrirlo y me di cuenta de que eran dos cartas distintas.

“5 de Mayo, 1879.

Mi felicidad era extrema. Hace un año había logrado que ellos se alejaran y que nos dejaran en paz. Claro que todo tiene su precio. Saber que Lily tendrá que irse con ellos en sus quince años… me duele. Pero no había otra forma de persuadirlos a permitir que me la dejen. A pesar de todo, estoy segura de que se olvidaran de aquello y dejaran de perseguirnos. Eso o que nosotros escapemos otra vez. El solo pensar que a su corta edad ella deberá irse a Toronto para ser ********************

Elizabeth Galdwell.”

Las últimas oraciones de las cartas estaban tachadas. No podía entender ni leer nada de lo  que mi madre, o bueno Elizabeth, había escrito allí.

Un poco ansiosa y exasperada tome la ultima carta con la esperanza de tener alguna respuesta allí.

“5 de Mayo, 1885.

Mi pequeña niña, se que estarás con más preguntas de las que puedo responder. Debo decir que todo lo que hicimos tu madre y yo, fue para que tuvieras una mejor vida. Cuando tenías tan solo tres meses de vida, nosotros te vimos por primera vez y nos enamoramos de ti. Pasábamos mucho tiempo juntos gracias a que tu padre biológico, Anthony, nunca estaba en casa  y tu madre biológica, Evie, no era… la mejor madre. Las horas que te cuidábamos, siempre sanábamos tus pequeñas heridas y te dábamos de comer mucho, una pequeña niña como tú no podía pasar horas sin comer. Tu madre lloraba todas las noches pensando en lo que te podría estar pasando en ese momento. Era un problema muy complicado. Anthony violentaba a Evie y ella lo hacía contigo. Estábamos devastados por toda la situación. Tu madre y yo decidimos sacarte de allí para cuidarte como tendrías que ser cuidada. Sé que aquellas dos personas te buscaran cuando tengas tus quince años, por eso quiero aclararte algo. No se si logres encontrar estas cartas, pero quiero que sepas que nosotros estábamos y estamos orgullosos de ti. Que te amamos con todo nuestro ser y que no temas en defender lo que crees que es correcto. Te amamos y te vamos a amar siempre.

Albert Galdwell.”

Estaba estupefacta por todo lo que acabo de leer. Realmente no tengo palabras para todo esto y no sé qué pensar o sentir.

 Necesito hablar con alguien.

Necesito hablar con Gilbert.

Necesito hablar con Gilbert

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


CookiesLucy

La Lección - Gilbert Blythe -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora