Capítulo 11: "Una...¿carta?"

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El primer mes pasó de lo más tranquilo posible. Ellos manteniendo su relación en secreto y dándose todos los besos posibles cuando ven la oportunidad a escondidas.
Tenían citas no muy frecuentes pero las tenían y eso alegraba mucho a ambos.
Cada vez que alguien los veía en una siempre tenían un plan para responder, como la otra vez con Gai sensei.
FLASHBACK
La pareja se encontraba leyendo la cartilla de platos en un restaurante pequeño, esta vez le había tocado al mayor elegir el lugar.
Todo era tranquilo hasta que...
-Pero si es mí eterno rival-sonó una gruesa voz-Ka-ka-shi-y ahí estaba la persona que acababa de decir eso en frente de ellos.
Era un hombre de la misma edad que Kakashi, con un enterizo verde al cuerpo y unas destacables cejas enormes.
-¿Mhg?-logró modular el Hatake mientras desviaba su vista del menú-ah, ¡hola Gai!-dijo dedicándole su ojito feliz.
Naruto levantó su mirada también y le dedicó un leve asentimiento al hombre en forma de saludo para luego volver a leer la cartilla.
-Así que Kakashi-empezó diciendo el cejotas-¿hacemos una carrera o jugamos a piedra, papel o tijeras?-y es que el mayor no le tomó mucha importancia a Naruto.
-No puedo ahora, estoy ocupado-señaló levemente hacia Naruto.
Gai quedó mirando un rato a Naruto para luego devolver su mirada a Kakashi.
-¿Están en una cita?-el hombre sí que fue directo.
La pareja no se inmutó, después de todo tenían un plan por si pasaba esto.
-No es eso-el que había tomado la palabra fue Naruto-tenemos asuntos pendientes que nos encargó mí padre y todavía no pudimos charlarlo.
Gai se puso en una pose pensativa mientras los miraba para luego decir...
-¡Entiendo! Bueno, Kakashi-el de mallas posó una mano sobre su hombro-espero poder enfrentarnos otro día.
Y así, sin más, se marchó y la pareja pudo seguir con sus asuntos tranquilamente.
FIN DEL FLASHBACK
El alba se estaba haciendo presente en la aldea y tímidos rayos entraban por la habitación.
El astro sol y el astro lunar se encontraban durmiendo plácidamente, aunque este último se estaba despertando para poder ir al baño. Empezó a moverse despacio para no despertar a su rubio, se quitaba lentamente las sábanas lentamente pero se detuvo, algo lo detuvo.
Su vista había quedado fija en el rubio, quien dormía como un ángel y en su rostro una sonrisa diminuta se dibujaba.
Si antes el Hatake estaba enamorado, ahora no hay palabras para describirlo. Una sonrisa se asomaba en su rostro, una tierna y hermosa sonrisa, solamente dirijida para su rubio dormido.
Saliendo de su pequeño trance siguió con lo iba a hacer antes.
Estuvo no mucho en el baño y había aprovechado para darse una ducha rápida, después de todo no quería despertar al menor.
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Ahora mismo se encontraba en la cocina preparando el desayuno, tan absorto de sus pensamientos estaba que no se percató cuando el rubio hizo acto de presencia. Se sobresaltó un poco al principio pero luego se volvió a relajar mientras sentía como el ojiazul lo abrazaba desde atrás.
-Buenos días-dijo el menor un poco somnoliento, después de todo eran cerca de las seis de la mañana.
-Buenos días, cielo-le contestó el mayor.
El rubio apretó más el agarre de la cintura mientras se embriagaba con el exquisito aroma del desayuno y de su pareja a la vez.
Al estar todo listo ambos se dirigieron a la mesita del comedor para poder desayunar. Después de dar el provecho empezaron a consumir el desayuno en silencio, mientras el peliplata revisaba unos sobres que tenía en la mesa, el rubio desayunaba tranquilamente y de vez en cuando le hacía saber al jounin lo delicioso que estaba el desayuno.
Todo lo hacían con tranquilidad, ya que habían quedado para las ocho en punto con su equipo y tenían tiempo de sobra.
-¿Mgh?-moduló el peliplomo con un poco de comida en la boca, siguió masticando lentamente hasta tragarla-tu papá me escribió-terminó diciendo.
Al instante había captado una parte de la atención del menor, quien se levantaba para servirse más del desayuno. El Hatake vió esa acción y agradeció internamente el haber hecho bastante, luego volvió su vista al sobre que tenía en manos.

¿Qué es lo que me pasa? - KakaNaru.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora