Cada capilar de su piel se erizó. Era sobre la forma en que Harry lo veía, con los ojos profundos clavados en los suyos.

—Tus ojos, Louis, en ellos están el mar y el cielo.

El susurró lo envolvió y se supo besándolo antes de poder decir algo coherente en respuesta. Un beso lánguido, sin segundas intenciones; lento, duró minutos enteros u horas; días y noches.

Harry mordisqueó y chupó su labio inferior. Louis levantó los brazos que habían quedado inmóviles sobre sus piernas y que habían dejado caer la foto, olvidada, al suelo.

Podrían seguir besándose por horas. Las horas que para Harry no transcurrían y que a Louis no se le ocurría que pudieran ser de otra manera.

Se separaron dejando un centímetro de distancia entre sus bocas hinchadas y húmedas. El vampiro alzó su dedo índice y recorrió con él las afiladas clavículas de Louis. El joven abrió la boca y luego la cerró. Se mordió la cara interna de la mejilla, analizando si lo que estaba a punto de escapársele no le supondría un problema más tarde.

En lugar de ello, decidió pronunciar otra de sus inquietudes:

—Quiero saber tantas cosas de ti, Harry —Los ojos verdes parpadearon en asentimiento—. ¿Por qué nunca sales?

—El sol daña mi piel, ya te lo he dicho.

Louis no se contentó con la explicación.

—A los demás no les hace daño.

—Somos diferentes. Además, yo debo permanecer en la vivienda por si alguien me necesita. Soy el líder, Lou, es mi deber mantenerlos seguros.

La explicación se excedió un poco más de lo que hubiese deseado. Lo notó apenas acabó de pronunciar la última palabra, que provocaría en Louis el surgimiento de nuevas incógnitas.

—Sé que, en el fondo de ti, quieres saber todo acerca de nosotros. Pero créeme cuando te digo que mientras menos conozcas, podré mantenerte a salvo—continuó.

—Lo comprendo —murmuró Louis por lo bajo—, pero aún así, desearía que me contaras algo de tu vida, antes de ser un vampiro. O después, o durante. Cualquier cosa que sea lo suficientemente inocente como para no ponerme en peligro, pero que me diese un indicio de que eres real —Utilizó lo que le había dicho para encontrar un nuevo camino hacia lo que quería.

El vampiro se frotó las sienes con los dedos.

—No recuerdo con claridad mis años vivo. Tenía veinticinco años, en un matrimonio conveniente desde muy joven. Recuerdo el rostro de mi madre a veces, era una mujer preciosa. Han pasado tantos años que he olvidado el nombre de mi esposa... ni hablar de su apariencia —Rio, soltando el aire por la nariz—. Ser inmortal y tener una memoria tan mala como la mía no es compatible en lo absoluto.

»Años después de simplemente despertar de esta manera, me encontré con Derek. Lo salvé, más bien. Luego llegaron Lydia y Liam: son hermanos y ambos murieron en una guerra, ella era enfermera y él un militar. Eventualmente nos encontramos en el camino con los demás. Zayn es el último.

Louis escuchó con una atención que creyó jamás le había prestado a nadie. Los ojos de Harry portaban un brillo inusual, como si estuviese retratando una vida que no fuese la suya.

Quería agradecerle, pero sus labios permanecieron sellados contra todo pronóstico. Aterrado ante la idea, sumamente egoísta, de que Harry pudiese olvidarlo alguna vez.

Decidieron bajar a cenar antes de dormir. Harry no lo necesitaba en realidad, pero el estómago de Louis crujió y no encontró la forma de librarse de la avalancha de comida que fue puesta frente a él en la mesa del comedor. Siguieron en silencio, oyendo sólo los sonidos de los cubiertos al chocar contra el plato y entre sí. Louis no sabía qué decir.

—¿Puedo darme un baño? —pidió, luego de recordar el largo día en la playa y sentir la sensación de la arena dentro de sus zapatillas.

—Por supuesto.

Harry preparó la misma ropa que le colocó aquella vez, cuando Liam lo había arrastrado hacia allí borracho, y la dejó en el banquito del baño. Luego, levantó la foto que había caído al piso y la dejó a un lado del celular de Louis, encima del tocador, para evitar que la olvidara.

Se quitó la camisa y se rio entre dientes al acostarse en la cama. Décadas, siglos, que no dormía tanto en una cama como lo estaba haciendo en ese verano. "Dormir".

Louis salió del baño con una ráfaga de vapor caliente y perfume de lavanda y fresas. Su aliento mentolado le acarició la mejilla y Harry abrió los brazos para que pudiese acostarse en su pecho. Por lo general era al revés, porque al vampiro le deleitaba escuchar el latido de su corazón. Ese día, sin embargo, quería envolverlo entre sus brazos y respirar el sabor de su cuello. Que su cabello empapado esparciera gotas en los gorriones que llevaba tatuados debajo de la clavículas.

La respiración de Louis se apaciguó al ritmo de las caricias que las uñas cortas de Harry le raspaban en los omóplatos, por debajo de la camiseta.

—Harry —llamó, repasando sus pensamientos a lo largo de la tarde y decidiendo que no le importaba tanto ahora que estaba a punto de quedarse dormido—, te quiero.

El vampiro juró sentir como su corazón muerto se removía en su interior, tal y como si estuviese intentando volver a latir. 


Me encanta este cap, donde conocemos un poco más acerca de Harry. ¿Qué opinan? 

No se olviden de avisarme si ven algún error, especialmente porque lo escribí de madrugada jaja. Voten y comenten si les gusta, ya saben que me hace muy feliz.

Gracias por leer❤️❤️

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