LA DESCENDENCIA DEL ÁNGEL| NOZEL/ FUEGOLEON

LA VERSIÓN NO TAN FRÍA DE NOZEL

Me puse de pie.

—No descansaré hasta verlos acabados, no perdonaré lo que hicieron y en especial, a él— dije refiriéndome a quién nos había atacado.

***

Salí de la base de los Leones Carmesíes dispuesta a ir a buscar esa mazmorra.

Según sé que está entre el Reino de Pica y el Reino del Diamante... tuve que hacer varios portales para no llegar de golpe y poder esconderme.

Caminé por todo el perímetro, hasta encontrarla, ahí estaba, la mazmorra flotante, ¿será prudente acercarme? ... No, pero tengo que conseguir una mejor vista.

Estaba escondida, cuando de repente escuché un ruido, volteé a todos lados, alguien se acerca, percibo una fuerte cantidad de Maná, una flecha de plata venía hacia mi, hice un mini escudo de Magia de Tiempo.

Salí de mi escondite y al hacerlo me topé con Nozel, ambos nos miramos sorprendidos.

—¿Qué haces aquí?— me preguntó serio

—Vine a conocer el nido de los terroristas— contesté— además de ver si todo está bajo control.

—Lo está... No debiste venir, ¿y si el que te encontrará hubiese sido otro y no yo?

—Correría el riesgo, pude percibir tu poder... — me encogí de hombros— además, estoy a una distancia prudente.

—Aún así— me miró serio— ... acompáñame.

Caminamos varios metros atrás, era un escondite lo bastante remoto y discreto.

—¿La capitana de los Colibrís Tornasol?— preguntaron asombrados tres de las Águilas Plateadas

—Hola— saludé

—Bienvenida— me dijeron con un pequeña reverencia

Nozel me invitó a sentarme, me senté y el hizo lo mismo; estábamos frente a frente.

—Escogieron un lugar muy ingenioso para su base. Naturalmente las personas no se acercan a una zona cuantiosa— miré por la puerta— y todavía la cubrieron con niebla, muy astutos.

Un chico de las Águilas le trajo una bebida caliente a Nozel.

—¿Usted desea algo, Julietta Sama?— me preguntó

—No, gracias— dije y el chico se retiró cruzando una cortina. Volví mi vista al capitán amargado que tenía enfrente— ¿cómo la encontraste?

—Fue casualidad— que modesto— en una misión que teníamos con mi orden.

—Hum... es raro verte en misiones por estos rumbos.

—Solo cumplo con mi deber.

—Claro— dije divertida y me miró serio— ven— me miró extrañado mientras yo le hacia una seña con los dedos para que se acercara a mi— Ven, Nozel— dije divertida, definitivamente no le gusta no saber qué va a pasar— ¿me tienes miedo?

—Tch— dijo y se acercó a mi— no digas tonterías.

No sé si fue por la cercanía o qué pero no pude evitar verle los labios.

—Y tu no digas que esto lo haces solo por tu deber de caballero— susurré

—Si no me crees es tu problema— me susurró y bajo su mirada a mis labios— no tengo por qué darte explicaciones— miró para otro lado.

—¡Ajá!—grité susurrado— es por algo más y creo que ya sé por qué— lo miré divertida

—¿A qué quieres llegar con eso?— me miró directamente a los ojos con su rostro estúpidamente serio.