Epílogo - Primera Parte

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Seokjin miró fastidiado su reloj y le dió unos golpesitos, preguntándose si acaso el minutero estaba fallando y en realidad Namjoon no había tardado más de media hora en llegar.

Estaba en la entrada de la Universidad entre las diez y once de la noche preguntándose porqué Namjoon lo había citado a semejante hora.

Frotó sus manos sobre la tela de su chaqueta en la zona de los brazos para entrar en calor y se apoyó contra la pared de ladrillo, intercambiando su peso en sus pies por milésima vez.

Habían pasado cinco meses desde que Namjoon había regresado. La prensa se volvió loca y el centro de atención fueron ellos dos. Namjoon dejó el equipo de la liga y ahora formaba parte del equipo Soyandan. Muchos los repudiaron pero definitivamente el peso que cargaron por ocultar su amor se desvanecía poco a poco

Ahora podía besarlo sin miedo, salir con él y tener citas como siempre deseó. Por su parte, muchos boxeadores lo abuchearon durante sus peleas creyendo que por estar en una relación homosexual sería suave y torpe al pelear.

Sus rostros agonizantes apoyados contra las cuerdas no decían lo mismo. Todas las peleas las ganó y fué con sus habilidades que mantuvo su récord, su profesión y su cupo en el equipo de boxeadores del señor Bon-Hwa.

Al fin eran felices, aunque Yoongi golpeó sin piedad a Namjoon al enterarse de su regresó. Después de todo, Namjoon se había alejado durante dos años sin avisar.

En cuanto a sus amigos, después de cinco años todos habían dibujado el rumbo de sus vidas. Yoongi heredó la empresa de sus padres y la guió con sabiduría, incluso admitió salir con Jimin y ambos vivían juntos. Jimin era profesor de baile contemporáneo en una de las mejores universidades de la ciudad.

Jungkook fué expulsado de la empresa de sus padres cuándo se enteraron de su relación con Taehyung, pero como su novio había heredado la empresa de su familia, lo admitió sin mayor contratiempo y juntos trabajaban en la corporación Kim. Para Tae fué perfecto pues tenía la facilidad de secuestrar a su novio en su propia oficina y follarlo entre risas.

Hoseok trabajaba en el campus universitario como profesor de baile. Él director seguía siendo Song Kwan y sorprendentemente, ambos seguían juntos. En otras palabras, Song Kwan se había casado por lo civil con Hoseok.

Tuvieron algunos contratiempos por culpa de la ex novia del mayor. Así que todos se habían juntado como tropa (sin contarle a Kwan) y habían lanzado huevos podridos al auto de Young-Soo.

Habían huido dejando a su paso rollos de papel higiénico mientras la mujer gritaba encolerizada al ver su auto. Cuándo Kwan se enteró no los regaño, al contrario, río sin parar y les contó que su novia lo había engañado en ese maldito auto y que siempre tuvo el deseo de arruinarselo.

Parecía que aquellos enemigos que se odiaron tanto alguna vez, ahora eran los mejores amigos del mundo. Parecía que su amistad estaba destinada a suceder.

Finalmente cinco minutos después llegó Namjoon. Tenía un gorrito, una chaqueta de lana y cargaba una bolsa oscura de tamaño medio.

—"No entiendo porque me citaste a las nueve si llegarías cuándo la Antártida tomara posesión de mi cuerpo"— Gruñó molesto con la nariz de botón enrojecida.

—"Lo siento bebé, pero no podíamos venir cuándo el campus estuviera ocupado"— Besó sus labios con aquellos cálidos belfos y le regresó parte del calor perdido con los chupetones cariñosos que le dió.

—"Mmm ¿Que planeas?"

—"¡Nada! Esque no encontraba algo muy importante"

—"¿Ah sí? ¿Y que es eso tan importante que te obligó a dejar a tú novio en medio de la noche helada, temblando hasta casi morir?"

Besos Bruscos - [Namjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora