Team A ; Brightwin

1'

— Tienes que invitarme a pasar.

— ¿Qué pasa si no lo hago? ¿Qué pasa si solo entras?

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Miró la gran fachada del edificio. Suspiró mal, ¿Podía conseguirlo? Enfrentarse al mundo adulto era aterrador, tenía veinticuatro años pero se sentía como un pequeño niño de diez que estaba desprotegido. Bueno, él pensaba que podía hacerlo, no debería dudarlo demasiado, ¿Verdad?

Sus pisadas fueron lentas pero seguras, se acomodó bien su traje gris oxford, levantó la cabeza y entró por esa gigante puerta.

— Vachirawit's company, ¿Qué necesita?

Una linda recepcionista le atendió con una gran sonrisa. Ella era muy bonita.

— Tengo una entrevista de trabajo.

— ¿Cuál es su tipo sanguíneo?

La chica le sonrió. Bien, Win entendía que en su solicitud de empleo le hayan pedido el que anotara su tipo de sangre, eso era algo completamente normal, pero, ¿por qué la recepcionista se lo pedía como si fuese la cosa más natural posible? Era turbio que fuera lo primero que quisiera saber.

— A positivo —Win respondió firmemente.

— ¿Usted esta seguro?

— Bueno, eso dice mi acta de nacimiento —sonrió.

— Bien, ¿Tiene cómo comprobar que hizo una cita previa para la entrevista de trabajo?

— Claro —Win tomó la impresión de su solicitud en línea y se la entregó. Vaya, le había desconcertado el hecho de que aquella hoja había sido menos importante que la primera pregunta que le había planteado previamente.

La linda chica le extendió una credencial de visitante para dejarle pasar una vez que se aseguró todo estaba en orden. Win volvió a leer en su teléfono móvil el piso al que debía dirigirse, todavía estaba a tiempo. El edificio era demasiado elegante, le gustaba, el ambiente no se sentía pesado y eso le alivió. Miró a varios trabajadores ir de un lado a otro y sonrió al pensar que pronto estaría así con su primer tan deseado empleo. La sala de entrevistas estaba frente a sus ojos, tenía ahí mismo su oportunidad, era ahora o nunca, seguidamente tomó asiento en las bancas que se encontraban afuera, ya habían más personas ahí pero solo se sentó y siguió practicando las posibles respuestas ante posibles preguntas que podrían hacerle.

— ¿Win Metawin? —una señora con gafas de baja estatura salió para llamarle veinte minutos después.

— Soy yo.

Win volvió a respirar y se sonrió a sí mismo, ¡él podía hacerlo!

— Aspirante número quince, de la Universidad Nacional de Bangkok, con maestría en Negocios Internacionales, Win Metawin... —un señor de cabello castaño leía el curriculum— ¿Es correcto?

— Así es.

La entrevista se desarrolló con demasiadas preguntas, las cuales comprobaban conocimientos y capacidades que la vacante de aquel puesto solicitaba. No fue tan complicado porque era algo que aquel joven castaño había estado estudiando y practicando durante bastantes días previos.