Besos Bruscos - [Namjin]

Capítulo 28 - No me olvides

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5 años después

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La nieve caía y cubría con pinceladas de pintura blanca las calles, la superficie de los faroles, sillas y edificaciones.

El cielo era un lienzo oscuro dónde las estrellas eran cubiertas por las nubes celosas, para que los habitantes las observarán y contemplarán, conscientes de la nieve que desprendían.

El frío se aferraba al viento, quién era un susurró asustadizo corriendo por las calles desoladas. Fué entonces que huyendo sin mirar, cruzó al lado de un muchacho y despeinó sin cuidado alguno sus castaños y rebeldes cabellos.

El viento no pidió disculpas, solo siguió su recorrido mientras que el muchacho se detuvo y se estremeció. Gracias a que los cabellos castaños se apartaron como una cortina, unos preciosos orbes chocolate divisaron con más claridad su alrededor

Estaba al lado de un muro de piedra mohoso y sucio, que rodeaba el campus y edificios de tan prestigiosa universidad. Sin embargo, está sección en específico aún estaba olvidada y desolada.

Seokjin se quitó sus guantes, los guardó en los bolsillos de su chaqueta de cuero y dió un salto hasta lograr que sus desnudos y fríos dedos se aferraran al borde del muro mohoso. Después, flexionó sus brazos y con esfuerzo logró ascender hasta que fué capaz de cruzar una de sus piernas por la superficie. Finalmente, se sujetó y resbaló suavemente por el lado opuesto del muro hasta que sus pies reconocieron el pasto elevado.

Inhaló el aire frío y al suspirar, una nube de vaho escapó. Tragó nervioso y con su corazón latiendo desesperado, dió la vuelta y reconoció el lugar en el que se encontraba

Ahí estaba el edificio y la pared que tuvo mejores días. Aquella que fué testigo del primer besó que tuvo con Namjoon

—"Me odiaras de nuevo, bebé"

Acarició sus labios mientras recordaba las palabras de Namjoon y el apretón cálido que le había entregado con aquellos belfos seductores. Sus dedos recorrieron el labio inferior y recordó la mandíbula cincelada que se frotaba bruscamente contra la suya.

Sentía que si respiraba profundamente y cerraba los ojos, recordaría el perfume varonil y las manos cálidas que apretaban los costados de su torso posesivamente.

Pero eso jamás podría sentirlo de nuevo...

Habían pasado cinco años y en los dos últimos, había perdido todo contacto con Namjoon. Las llamadas habían disminuido junto con los mensajes y finalmente, él dejo de responder.

Tres años en los que su relación estuvo oculta y cada vez fué un peso más , una molestia y un obstáculo.

¿Ocultarlo era el camino correcto? ¿Estaba bien amarse mientras jugaban a las escondidas? A pesar de ser conscientes de su cariño y de tantas promesas, ¿Tenía valor entre tanta oscuridad por el miedo al que dirán?

Decir que lo había superado era una mentira. Porqué él jamás dejo de amarlo ni de recordarlo, al contrario, agregó una tristeza y odio indescriptible que se sentía como una cuerda alrededor de su corazón. Lo asfixiaba, detenía sus latidos y asesinaba todo lo demás.

No podía ver otros ojos ni otros labios, porque de inmediato los comparaba con aquellos belfos y orbes burlescos que se habían llevado todo.

Pero lo entendía, sabía que Namjoon había conocido una vida diferente y que seguramente los extranjeros podían brindarle mucho más que un viejo recuerdo que ya no podía acariciar.