Sus ojos volvieron a percibir la luz en las gotas de lluvia.
Mientras recuperaba la conciencia, su dolor también volvía...
La sangre ya no se encontraba en su rostro, o al menos el no la sentía...
Pero... No podía ver muy bien...
Estaba sorprendido, pues no era como si le hubieran dado un puñetazo para pensar que iba a ver de nuevo.

Volteo a ambos lados... Aún con tantas dudas y tensión por que su cabeza no asimilaba el que estuviera vivo...
Juraba que a cualquiera que le dieran tal paliza no lo lograría...

Viendo al piso, observo que su cigarillo no estaba apagado, así que, con mas dudas y preocupaciones por todo lo que estaba pasando, lo tomó, y lo sacudió un poco.
Seguía creyendo en la posibilidad de que fuera solo un sueño... El espíritu de su cuerpo, o el efecto de la droga...
Pero... No podía ser... Todo se sentía demasiado real...

El aire empezó a arrasar más...
Escuchó unos ruidos cerca de su posicion, volteando la mirada rápidamente, se percató de que el pequeño perro de ojos rojos estaba ahora solo en el tejado...
Y aunque paso lo que paso, y el tiempo seguía a su al rededor...
No dejaba de mirarlo.

El albino se quedo quieto... Viendo fijamente los ojos del animal...
Este, ladéo la cabeza, para luego desaparecer entre los demás tejados húmedos y oscuros.

El peliblanco se quedo un poco dudoso sobre lo que acababa de ver, pero siendo él realista, no se dejo llevar por las intuiciones o "estupideces mágicas".

Visualizo lo que pudo, inclinando la cabeza y sacudiendo su chaqueta verde que se encontraba un poco polvorienta y sucia.
Eso era común para el... Al punto que llego a preguntarse por que se había limpiado...
Estaba nervioso.

Vigilando sus costas, camino lentamente y con las manos en los bolsillos hasta la luz al final del callejon, observando a gente pasar.

Dentro de si mismo, recordando todo lo que los hombres aquellos le habían hecho, juro cobrar venganza de la peor manera...
Había sobrevivido por obra de un milagro... Y aunque era algo muy difícil de entender... No iba a desperdiciar la oportunidad.

La lluvia ceso.

Verificó que la calle estuviera limpia de cualquier conocido rival, y inhalando el contenido de su cigarrillo de nuevo, caminó inseguro.

Procuraba no acercarse tanto a la gente que pasaba por ahí...
Pero no pudo evitar chocar con una multitud de personas que caminaban en la dirección contraria.

Una chica de los mencionados volteo a verlo con aparente enojo.
Pero su mirada se estremecio y se lleno de terror, haciendo que comenzara a correr.

El albino no entendía cual era la razón, seguramente se había asustado por su aspecto... O... Quizás vio un bicho.

No era la primera vez que eso le pasaba... Y aunque la ultima vez había sido hace 5 años... La importancia a eso no era prioridad.

Quería llegar a su casa lo mas temprano posible para poder pensar y organizar todos los datos que su mente guardo esa noche, aceleró el paso.

Extrañamente... Después de unos metros, su cerebro empezaba a mandar señales de inseguridad, pues a pesar de creer que estaba todo bien...
La gente no dejaba de clavar sus vistas preocupadas o asombradas en su rostro...
Y lo que mas lo tensaba, era que él... No podía ver lo que ellos por si mismo.

Pero no necesitaba hacerlo... Tenia demasiada experiencia en emociones ajenas como para no saber que algo andaba muy mal.

Rapidamente, empezó a buscar un lugar... Cualquier lugar, para poder ver su reflejo.
Miraba hacia todos lados, pero lo único que encontraba en su camino, eran las miradas extrañas... Las miradas que juzgan.

.°^FREAK SHOW^°.Where stories live. Discover now