CAPÍTULO 5: DESCUBRIENDO A SEVERUS.

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P.O.V Severus

Veo como Potter sale del laboratorio, mi corazón esta acelerado y mis ojos arden por sostener las lágrimas que querían salir, me sentía humillado, esos recuerdos nadie tenía porque verlos. Cuando estoy seguro que Potter no regresará más me dejo caer en el suelo y las lágrimas comienzan a descender, no puedo culparlo sé que me excedí con todo lo que dije sobre James y Black.

Pasa un rato hasta que al fin me puedo controlar, me levanto y me marcho a mis habitaciones, mañana sere un nuevo día, trataré de ignorar lo más que pueda a Potter y todo estará bien.

Estando en mi cama me puse a pensar, supe por Albus que Potter acababa de pasar por su primer celo, luego de estos tres días sin verlo pude ver los cambios, Harry era unos centímetros más bajo que yo y ahora era de mi misma estatura, pensar que tiene 15 años y aún le quedan unos años para terminar su crecimiento, su olor se ha vuelto más fuerte era tan embriagador, con esos pensamientos de Potter girando en mi cabeza me quedo dormido.

La siguiente semana fue peor que las anteriores, estaba cargado con actividades por revisar de todos los años, las reuniones con la orden se han vuelto más frecuentes y desde que el señor tenebroso regreso he sido llamado constantemente.

Recuerdo cuando me presente ante Voldemort por primera vez después de su regreso, fui recibido con unos cuentos crucios por no haber asistido a la primer llamada, obviamente tuve que explicarle que no podía desaparecer de repente del torneo y que si lo hacía mi posición como espía quedaría descubierta, sin duda  fue una excusa lo suficientemente buena para calmar a Voldemort; al regresar Albus me estaba esperando y le conté como había resultado todo, desde ese momento se me autorizó para darle información que no fuera relevante o con la cual podría seguir haciendo pensar a Voldemort que seguía de su lado.

Pero dejando eso de lado, volviendo al presente, estaba en mi habitación vuelto loco, el problema era que mi olor se empezaba a sentir y es que con tantas cosas se me había pasado por alto que hace dos días tenía que tomar la dosis correspondiente, y ahora va lo mejor, no encontraba mi poción inhibidora, desde que aprendí a hacer pociones decidí dejar de comprarlas y crearlas yo mismo, me resultaba más confiable de las que vendían en el mercado. Salgo de mi habitación a mi laboratorio, por algún lado tengo que haberla dejado.

-Mierda, mierda, mierda... Por acá debo de tener.-digo en voz alta, mientras muevo todos los viales con desesperación.

-Profesor.- Al escuchar esa voz mi cuerpo se paraliza por completo. Malditasea no me puede estar pasando esto a mí.

P.O.V Harry

Voy camino a las mazmorras, es sábado y este día hay visitas a Hogsmeade, he decidido quedarme en el castillo ya que quería disculparme con el profesor Snape, durante toda esta semana me ha estado ignorando, ni siquiera para tomar puntos de mi casa me a volteado a ver, y me sentía tan mal, me encuentro fuera de su laboratorio, escucho como revuelven objetos en el interior, toco dos veces pero parecía que no me escuchaba, por lo cual decido entrar.

- Profesor.- digo entrando por completo al lugar.

El profesor se encuentra dándome la espalda, y veo como su cuerpo se pone tenso, cuando de repente empiezo a percibir un olor a mar que se mezcla al magnifico olor de la orquídea de la noche, siento como entra a mi sistema, me hace sentir tranquilo y de repente mi alfa comienza a inquietarse. Veo como Severus se da vuelta ocasionando que una ráfaga de ese exquisito aroma llegue con mayor intensidad, y de un momento a otro me doy cuenta que el olor proviene de él, pero, ¿cómo es posible? si él es un beta y todo el mundo lo sabe.

Me acerco a pasos rápidos donde está él y observo como su mirada refleja temor, lo acorralo contra la mesa poniendo mis brazos a cada extremo para que no pueda salir.

Es caprichoso el azarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora