34; Leo

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Esᴛᴀ́ sᴏɴᴀɴᴅᴏ Tʜᴇ Kɪʟʟᴇʀs ﹣ Sᴏᴍᴇ ᴋɪɴᴅ ᴏғ Lᴏᴠᴇ

Me gusta mi nueva familia. Papá está relajado y Becky es divertida. Papá se ve feliz y eso es lo único que me importa, incluso si no me hubieran caído bien ella o sus hijas. La comida está deliciosa y una de sus hijas también.

Ella está frente a mí, bebiendo de su vaso de agua porque su madre no deja que se sirva un poco de vino porque no tiene edad para beber alcohol. Ella ha bebido en el pueblo, pero no lo menciona y obedece a su madre de mala gana.

La había tenido entre mis brazos hacía unas pocas horas y ahora no podía tocarla, tampoco mirarla en exceso para no sospechar. En estos momentos en los que estamos en familia es cuando me siento inseguro. "¿Qué demonios estamos haciendo?". Estoy bien con ella, me atrae, me gusta, no puedo evitarlo, pero papá...

Llevo mi vista hasta su figura y lo veo sonreír mientras mira a Becky como si fuese lo mejor del mundo, y para él, lo es. Dudo que acepte que me guste Bambi, ¿y Becky? ¿Lo aceptaría? ¿Podríamos formar una familia si nosotros también estamos juntos?

— Me alegro que te vaya bien en la academia, Leo —la voz de Becky me saca de mis pensamientos y la miro para después sonreírle.

— Gracias, es duro pero vale la pena, es lo que quiero.

— Me gusta que tengas claro tu futuro, es más, todos lo tenéis y no sabéis la tranquilidad que nos da eso, ¿verdad? —Mira a mi madre y este coge su mano.

— Sí.

— Aunque, Bambi... —Su madre llama su atención y miro a la más pequeña de la familia. Ella rueda sus preciosos ojos marrones y la mira— La NASA lo veo un poco difícil.

— Una empresa privada.

— Tendrá suerte —le dice mi padre—. Es lista, sabrá meterse en una buena empresa.

— O en McDonald's —dice ella.

— ¿Quieres trabajar en McDonald's? —Pregunta mi hermano.

— No me importaría, me encanta el olor a comida basura. Es más, comería en el trabajo todos los días.

Bárbara hace una mueca de desagrado al pensar en comer todos los días allí y yo solo puedo sonreír ante sus ocurrencias.

— ¿McDonald's? —Pregunta Becky.

— Es un digno trabajo, como otro cualquiera, y para ahorrar un poco de dinero mientras encuentro trabajo de ingeniera no está mal.

— Podrías hacer hamburguesas voladoras —digo.

Me mira y levanta la comisura izquierda de su labio para sonreír. Su familia ríe ante mi ocurrencia y yo solo estoy pensando en poder tener aunque sea diez segundos a solas con ella para besarla. Espero que ella también esté pensando lo mismo.

— Es una buena idea —dice Diego—. McDonald's te pagaría una fortuna y no tendrías que trabajar en la vida.

— Eso es lo que te gustaría a ti —dice mi padre.

— Venga, vamos a quitar la mesa, chicos.

Intento tener un momento con ella pero Bárbara siempre está por ahí en medio, molestando, enseñándole videos a su hermana y algún que otro hilo de twitter que incluso comparte con nosotros. No estoy concentrado en eso, solo en mirarla, y cuando Bárbara por fin se va con su magnífico y maravilloso novio, nos quedamos los cuatro en el salón.

Diego está hablando con chicas por Tinder y yo acabo de enviarle un mensaje a Bambi diciéndole que necesito estar con ella.

"Me has tenido durante toda la mañana" me escribe.

[Saga West] RAMÉ #1 [YA EN AMAZON] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora