♡🍓𝑬𝒍 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒐 𝑫𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒓𝒆𝒔𝒂𝒔🍓♡

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~La primer fresa~

Allí debajo de aquel árbol, soltando lágrimas que recorrían sus mejillas carmesí

Estaba a punto de atardecer, era una tarde cálida y soleada, pero el día más frío y obscuro para el de ojos marinos.

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Se mantenía en aquel árbol de flores rosas suave, guardaba sus secretos, no pasaban personas por ahí, era un lugar especial, se sentía tranquilo y en soledad, o eso hasta que oyó una voz hablarle.

-Oye, ¿Estás bien? -Preguntó un niño de cabellos café y vestimenta casual-

-...No quiero hablar con nadie, déjame -Dijo entre sollozos mientras mantenía cubierto su rostro-

-...Entonces no hablemos -Se sentó a su lado con una pequeña bolsa de papel en sus manos-

Quedaron unos minutos sin hablar, el ocaso los acompañaba.

-... ¿Quién eres? -Lo miró con los ojos llorosos mientras veía al chico con detalle, jamás lo había visto antes-

-Soy Sebastián, mucho gusto, me acabó de mudar, estaba explorando-Sonrío-

-Soy Carlos...-Miró la pequeña bolsa de papel que aquel niño tenía en manos, el chico llevaba una clase de corazón rojo con pequeñas semillas en este-... ¿Que es eso?

-Eh? -Lo miró extrañado y luego miró su apetitivo- Oh, son Fresas, ¿Quieres?

¿Fresas?
Nunca había probado una fresa, de todo lo que se perdía, el más alto le extendió la pequeña bolsa llena de éstas

- ¿No me hará mal? -Solo tomó una y la probó, al instante de saborear su dulzura este Sonrió- ¡Es delicioso!

-Quédatelas si quieres~ -Sonrío sentándose a su lado, tal vez tendría un nuevo amigo-

- ¿De verdad?, Gracias -Soltó una ligera risa apenada, Por un momento había olvidado su problema, le encantaba ese sabor agridulce de aquella "Fresa" que le dio aquel chico, y tal vez un nuevo compañero de juegos-

-Y dime Carlos, ¿Por qué llorabas? -Sonrío mirándolo, el niño con tan solo 9 años-

-Pues, Mi madre está en el hospital...-Dijo el pequeño de 8 años nuevamente decaído- y está muy mal, mi papá dice que es porque solo debe descansar... pero, no es como las otras veces.

-Hum, Seguramente ya se pondrá mejor, ¿No crees que a ella le gustaría que sonrieras? -Sus ojos brillaban al ver la pequeña sonrisa que se formó en los labios del pequeño-

-Eso espero -Se escuchó el nombre de "Sebastián" a lo lejos, al parecer lo estaban llamando- ¿Ya te tienes que ir?...

-Sí, Lo siento -Se levantó junto con el de menor estatura- ¿Mañana nos vemos aquí?

-Claro -Sonrío alegre mientras comía otra fresa-

-Traeré más de las fresas si gustas! -Le dio un pequeño beso en la mejilla antes de irse- Nos vemos Carlos!

El pequeño con las fresas solo Sonrió sin decir nada, saludando con la mano.

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El que aún tenía lágrimas en sus ojos corrió a su casa para mostrarle a su familia las tales "Fresas" que nunca había probado, pero ya eran sus favoritas

- ¡Son deliciosas! -Sonrío comiendo la última que le quedaba, sonreía, cada que comía una fresa le recordaba por alguna razón al chico que conoció ese día, su sabor lo hacía pensar directamente a una suave voz que recorría entre la brisa-

Desde su textura, su suave sabor de dulzura agridulce, su color, su forma, su olor, el sentimiento que le provocaba era único.

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Ese recuerdo se volvió parte de la nostalgia del pueblo, cuándo se fue...añoraba volver a esos tiempos, lo mejor de su vida lo disfrutó en aquel pueblo en los que los años jamás cobraban los sentimientos.

¿"El chico de las fresas"?
¿Qué es eso?
Una historia tan real como puedan imaginarse, con un sabor agridulce.

¿Llegaron a ser felices juntos? ~

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"El chico de las fresas "