𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐒𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫 | 𝐎𝐮𝐭𝐞𝐫 𝐁𝐚𝐧𝐤𝐬

ix-𝑭𝒂𝒕𝒉𝒆𝒓.

Summer, Jonh B y Sarah se encontraban en la mansión volviendo de la casa de los hermanos. Habían por fin encontrado el oro y cumplieron el plan de su padre. Summer se sentía contenta con eso, y un tanto nostálgica. Extrañaba de vez en cuando molestar a su padre con la búsqueda del tesoro, como le decía ella. Extrañaba incluso entrar a la oficina de éste para mostrarle alguna buena nota o pedirle ayuda con algún trabajo. Pero éste simplemente le contestaba con que no podía. En ese entonces, la castaña no entendía que hacia con tantos papeles, leyéndolos, marcándolos, una y otra vez. Pero más adelante, su padre ya le comentó sobre el Royal Merchant. Summer admite que quizás su padre no era el más presente, pero aún así deseaba poder volver a aquel día cuándo su padre partía, para darle un gran abrazo y decirle que contaba con ella cuándo regrese.

Escuchó a su hermano repasar el plan para cambiar el oro y que harían con el. Habían quedado en que una vez cambiado el oro por dinero, pagarían la restitución de JJ. Todos estuvieron de acuerdo con ese plan.

Una vez en el jardín, Summer chocó contra la espalda de Sarah, a quién le regalo una sonrisa apenada. Ésta simplemente le dio otra sonrisa para seguir hablando con el mayor de los Routledge.

-Seiscientas.

-¿Seiscientas barras de oro?-preguntó divertida la rubia.

La castaña rió un poco ante la sorpresa de la rubia. Estos días se había hecho un poco más cercana a ésta, pero le incomodaba un poco cuando Kie y ellas estaban juntas. Pero últimamente, y por lo que la morena le había dicho, se estaban llevando mejor, lo cuál alegró a Summer.

Mientras Sarah y Jonh B seguían hablando del oro. La castaña dirigió su mirada a una ventana que se encontraba detrás suya. Miró algo extraña el interior oscuro. Podría jurar que alguien los estaba observando. Se volvió a girar y se encontró con que los dos chicos la habían dejado atrás. Corrió hasta ellos y cuándo menos lo esperó, chocó contra Ward.

-Wow, más despacio, pequeña.-soltó el hombre con una simpatía falsa, según ella.

-Sí, disculpe.

-Ya basta de formalidades, Summer. Ahora son de la familia.-miró al mayor de los hermanos-Por eso, mañana irás conmigo a pescar. Al amanecer.

-No, no puede mañana-se adelantó Sarah-Tenemos planes.

A Summer se le hacía un poco raro el repentino interés de Cameron hacia los hermanos Routledge. Hace unos meses, sólo hablaba con Jonh B para que trabajase para él. Y con Summer, no cruzaba palabras, sólo «Buenas tardes» cuándo iba a buscar a su hermano. Pero tampoco quería quejarse, ya que éste hombre era su tutor legal ahora.

-¿Qué?¿Sentarse en la piscina todo el día?-miró él a su hija-Ese barco necesita un primer oficial, y ustedes deben empezar a ganarse el pan aquí.

-¿Entonces yo también iré?-Summer por un segundo creyó haber escuchado mal.

-No, Summy.-A la menor le molestó que la llamara así, él único que decía ese apodo era Pope, pero sólo arrugó la nariz- Esto es más, padre e hijo, estaba bromeando. No te lo tomes personal, ambos son parte de la familia ahora-soltó una risa, la cuál los tres chicos la siguieron incómodos-. Tú iras de compras con Rose y Sarah, he visto que no tienen mucha ropa.

La menor medio gruñó, lo cuál hizo que su hermano le pegase un disimulado codazo. Al instante, los tres les estaban sonriendo de la manera más inocente a Ward.

(...)

Las tres chicas estaban riéndose del mapa que Pope había dibujado. La mirada se dirigió al moreno, el cuál las miró, más bien, miró a Kie algo embobado. Momentos después, Jonh B le puso denuevo los pies en la tierra. La menor de ellos se preguntó como es que Kiara no se daba cuenta de la mirada peculiar que Pope le daba. Podía casi jurar que a éste le salían chispas cuando la veía.