Capítulo 14

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Mi noche en el hospital era horrible, la hora de visitas había terminado y llevaba 3 horas sola.

Mi jefe le pidió a Nick que se fuera a casa a descansar y aunque insistió en que se sentía muy bien, el jefe le ordenó que se fuera.

Estaba ansiosa de saber quien vendría a velar mi sueño.

La televisión mostraba un asqueroso documental sobre la reproducción entré animales y después iniciaría un documental sobre el nacimiento de las jirafas.

MA-TEN-ME

Ser dependiente no era lo mío, el jefe ordenó que me pusieran un sistema muy avanzado de ayuda, para pacientes que.debian pasar mucho tiempo en los hospitales. Un sistema muy cool, para alguien que era amante de cosas costosas, estupidas y llenas de botones de colores. Sí tenía hambre debía apretar el botón rojo, si tenía sed el botón azul, si tenía frío el botón amarillo, si quería ir al baño el botón café, si quería que se apagaran las luces el botón rosa ...¿PARA QUE TANTOS BOTONES?

Mi mente malevola me pedía jugar con aquellos peculiares botoncitos y sacar de sus casillas a las enfermeras, sin embargo verlas corriendo de un lado a otro me haría reír y mi estado no se prestaba para dejar que me divertiera .

Apuesto a que quien viniera a cuidarme me haría decirle cómo me sentía y me hablaría sobre lo fuerte que era.

A menos, claro, que se tratará de mi hermano, el tomaría la almohada y me asfixiaria sin pensarlo.

Juró que sí el jefe mandaba a mi hermano a cuidarme era capaz de matarme.

Cerré los ojos. Tal vez sí me dormía todo lo malo se iría.

No pasaron ni 30 segundos cuando alguien entró corriendo al cuarto y me abrazó con cuidado.

Abrí los ojos. El cuerpo sin duda alguna era de un hombre, un hombre con suéter azul de rayas y olor a jengibre-vainilla.

El chico me soltó y sus ojos avellana provocan un saltó en mi corazón.

-¡GRACIAS AL CIELO ESTÁS BIEN!. QUE DIABLOS ESTABAS PENSANDO, CUANDO FUISTE TU SOLÁ POR ESE HIJO DEL MAL, ¿ACASO QUERÍAS MORIR? ¿HAZ ESCUCHADO ESO DE PODER SALTAR DE UN PUENTE, TOMAR PASTILLAS, DETERGENTE PARA LAVAR ROPA...

Una enfermera entró a la habitación, echa una furia. Por su expresión parecía que iba a estrangular a Stefan. Se acercó con fuertes pisadas a el.

-SHHHHHHHHHHHHHHHH-le gritó la mujer enojada y con un dedo en la boca.

Stefan, se quedó boquiabierto y la mujer salió furiosa y cerrando la puerta fuertemente.

-1...2...3...-comenze a contar desesperada. La escena me había producido unas inmensas ganas de reír y si lo hacía el dolor iba a matarme- Dios, 27...28...

-¿Viste éso?-me dijo aún asombrado

-Cállate Stefan, 45...46...-dije entré dientes, aún con la escena en mi cabeza. La risa se hacía presente- MIIIIILLLL

Explote

No pude contenerlo, la risa me producía un dolor horroroso y el dolor me producía más risa.

-Demonios-me dijo Stefan preocupado

-JJAJAJAJA E-ERES JAJAJAJAJA U-UN JAJA IDIOTA JAJA DUELE JAJA DUELE JAJAJAJAJA HAZ QUE PARÉ JAJA- el me miro más preocupado aún. Se acercó a mi y con ambas manos sujeto mis mejillas- Jaja ¿Qué demonios jaja estás haciendo?

-Te besare- me dijo serio

Mi risa se detuvo. Lo mire sorprendida y confundida.

-Y es así, como logras parar una risa-comenzó a aplaudir- Soy un genio- me soltó y camino al sillón para sentarse. Sonrió.

Yo seguía sorprendida.

-Sé que puedo dejar a muchas mujeres sin palabras. Pero a una policía. WOW. Creo que soy grande.

-¿Qué haces aquí?- dije más tranquila

- Estoy aquí para velar tu sueño y protegerte de los monstruos del armario.

-No hay ningún armario

-Exacto-puse los ojos en blanco- La verdad es que me ofrecí a cuidarte, tu hermano insistió mucho pero al final gané. Creo que me sirvió el acampar aquí afuera en los último días.

- Pfff, creo que te amó- sonreí. El imaginar a mí hermano en lugar de Stefan era como imaginar comer hongos en lugar de helado.

-Enserio, me alegro que estés bien.

- Yo igual, el pudo haberme matado.

-Lo sé

-No, no creo que lo sepas. Jamás había visto tanto odio en la mirada de alguien. Y después tanto amor.

-¿Amor?

-Si es extraño, no era la misma persona por supuesto. Pero uno de ellos incluso juraría que le dolió verme tan mal.

-Me estás diciéndo que el asesino esta enamorado de ti-me encogi de hombros- no lo culpó-dijo serio

- Además es cómo un tipo de secta

-¿Secta?

-Si, una secta de ojos verdes. Es por eso que dudó tanto de mi hermano.

-¿Tu hermano tiene ojos verdes?

-Si

- ¿Y por qué tú no?

-El tiene los ojos de mi madre y yo de  mi padre.

-Ya

-Mi hermano me ha odiado toda la vida, desde que era muy niña el insistía en hacerme la vida imposible. El quería todo lo bueno que existiera y que yo tuviera. No se de que le servía si quien debió de haberlo odiado soy yo. El tuvo algo mejor de lo que yo pude tener.

-¿Qué?

-A mi padre.-dije triste- Sabes no entiendo por que aveces la gente se empeña en tener cosas que se pueden comprar y no disfrutan realmente de las cosas que no se consiguen con dinero.

-Ohh Cris-Stefan se levantó del sillón y me abrazó

- Es por eso que tengo que atrapar a MacCan- me soltó y me miró directo a los ojos- Porque no solo se metió conmigo, si no que cada que mata a un hombre le quita a una familia a un ser querido.

-¿Por qué crees que tu hermano puede ser MacCan?

- Porqué cuando me mude aquí, el me prometió qué me haría sufrir por quitarle su sueño.

-¿Tu hermano quería ser policía en        N.Y?-asenti- Y que mejor manera de arruinarte que creando una secta de asesinos que maten demasiada gente, dejar en mal a tu equipo y de paso matarte.

-Así es

-Te ayudare

-¿De qué hablas?

-Investigaremos a tu hermano y si el es culpable de algo lo detendremos. No te dejaré sola. Sere como tu Sully, como tú Stich, como tú Woody-le di un beso en la mejilla- Wow.

-Gracias. Eres un gran amigo.

-Si.-me sonrió

DETRÁS DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora