"¿Establecer normas?"

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Audrey, 3 de febrero de 2021.

En un primer momento, tras subirnos en el coche, nos mantenemos en silencio, simplemente disfrutando de la música que suena en la radio en ese momento, hasta que noto la mano de Calum posarse sobre mi muslo izquierdo. Al sentirlo recorro con mi mirada su brazo hasta llegar a su rostro, para comprobar que su mirada sigue fija en la carretera cuando habla.

- ¿Te encuentras bien? Estás muy callada.- Pregunta mirándome de reojo de forma rápida un par de veces.

- Simplemente estaba pensando en lo que pasó durante el juego.- Me quedo en silencio un par de segundos antes de seguir.- No escribiste nada en mi espalda ¿verdad?- Calum se ríe al momento y se encoge de hombros, aún manteniendo su mano sobre mi pierna, la cual empieza a mover de forma que con su dedo índice realiza los movimientos justos para que pueda comprender que ha escrito un "no".- Lo sabía.- Ambos reímos y él vuelve a posicionar su mano de la misma forma que antes, simplemente descansando sobre mi pierna.

- Yo no puedo quitar de mi cabeza tu imagen lamiendo el cuello de Luke.- Observo como se muerde el labio inferior tras haberlo humedecido con su lengua.- He de admitir que me ha puesto un poco cachondo.- Y al mismo tiempo que pronuncia esa última palabra, ejerce un poco de presión con su mano sobre mi muslo.

- Pensaba en ti mientras lo hacía.- Respondo al mismo tiempo que con una de sus manos subo ligeramente la manga de su jersey, para dejar al descubierto la piel de su antebrazo.- Tampoco puedo dejar de pensar en cuál es tu preferencia.- Comento mientras empiezo a recorrer con mis uñas esa zona de su brazo, él me mira un segundo con el ceño fruncido como si no entendiera a qué me refiero.- Al correrte.

- Pues depende de la chica, tendremos que comprobar qué me pone más contigo.- Suelta mientras empieza a acariciar arriba y abajo mi muslo. Yo me muevo de forma que mi pierna le quede ligeramente más cerca y subo mi mano de su brazo a su nuca, jugando con las yemas de mis dedos sobre su piel.

- ¿Y por qué no subes y lo vemos?- Pregunto en el momento en el que detiene el coche delante de mi edificio.- Porque creo recordar que me debes una.- Él cesa en sus caricias para apretar de nuevo mi muslo.- ¿No era esa tu intención al traerme a casa?- Me muevo acercándome un poco más él, mientras observo como quita su mano de mi muslo para poder apagar el motor del coche, en el momento en el que suelta la llave, lleva su mano a mi nuca para acortar del todo la distancia, besándome con las mismas ganas que las veces anteriores.

- Vamos.- Susurra contra mis labios antes de separarse para que ambos podamos salir del coche y posteriormente subir a mi apartamento.

Al entrar en él, lo primero que hace Calum es sacarse el jersey para poder quedarse con una camiseta de manga corta negra, que se ajusta a la perfección a los músculos de sus brazos, deja la prenda que se quita sobre la isla de la cocina, para después sentarse en el sofá. Yo le sigo con mi mirada mientras dejo mi bolso a lado de donde ha dejado él su jersey. En cuanto lo hago camino directamente hacia Calum, y sin pensármelo ni un segundo me siento a horcajadas sobre él, algo a lo que él reacciona rodeando mi cuerpo con sus brazos mientras me mira sonriente.

- Creo que antes tenemos que dejar un par de cosas claras.- Comenta mientras mete sus manos por debajo de mi jersey para tocar mi espalda.

- Sí, sí, nada de sentimientos, lo sé.- Le interrumpo sabiendo perfectamente a qué se refiere mientras llevo mis manos al borde de su camiseta para tirar de ella, a lo que él mueve las suyas para agarrarme y hacer que pare.

- No, te lo digo en serio, quiero dejar varias cosas establecidas para evitar problemas después.- Dice mientras mueve mis manos con las suyas, hasta situarlas en mi espalda, impidiéndome el movimiento.

- ¿Quieres establecer normas?- Él asiente con la cabeza un par de veces.- Vale, pero entonces yo también pondré las mías.

- Me parece justo.- Responde sin soltarme.- La primera, obviamente es que no puede haber ningún tipo de sentimientos, si los empieza a haber, el que sea que los sienta debe ser lo suficientemente consecuente con ello y dar esto por finalizado.

- Vale, la segunda es que mientras estemos haciendo cosas del proyecto no puede pasar absolutamente nada, ni comentarios, ni roces, ni provocaciones, ese ámbito es intocable.- Él se queda unos segundos en silencio antes de decir la siguiente.

- Por supuesto, nada de celos, al primer comentario, actitud, o lo que sea que refleje algún tipo de celos, se acaba.- Yo asiento con la cabeza.- Y creo que no hace falta ni decir que nada de exclusividad, podemos follar y ligar con quien nos dé la gana.- Yo me muevo un poco sobre él cuando termina de hablar intentando que suelte mis manos, pero sigue sin hacerlo.

- Me parece bien, pero ¿de verdad crees que te van a quedar ganas de follar más?- Pregunto de forma desafiante.- Porque te aseguro que no sabes a lo que te enfrentas.- Termino volviéndome a mover, a lo que él da un pequeño tirón con sus manos, como si me advirtiese de que deje de moverme.

- Y por eso quiero poner un límite de veces.- Yo asiento para que él continúe.- Una vez a la semana.

- ¿Y si follamos un lunes y el sábado nos apetece después de salir de fiesta?- Pregunto ladeando la cabeza, sabiendo que es más que probable que se dé esa situación.

- Bueno, pues con excepción de cuando haya alguna fiesta, en ese caso podemos follar dos días.- Responde sonriendo mientras aprieta ligeramente más mi agarre.- Pero ni se te ocurra calentarme durante la semana si ya lo hemos hecho.- Advierte a lo que yo sonrío con falsa inocencia.

- Creo que quiero añadir que no se lo podemos contar al resto, no me apetece escuchar lo que nos tengan que advertir, y además creo que puede hacernos ganar mucho con el morbo que eso conlleva.- Le guiño un ojo recordando lo sucedido el día de la celebración de su cumpleaños.

- Es una buena idea.- Contesta sonriendo con picardía.- Mi última norma es que va a ser sólo follar, nada de quedarnos a dormir juntos después, por muy tarde que sea, una vez se acaba el polvo, cada uno a su casa.- Y cuando termina de hablar suelta mis manos para llevarlas al borde mi jersey, jugando con la tela entre sus dedos.- ¿Tienes algo más que añadir?

- Si va a ser sólo follar, no nos podemos besar si el objetivo no va a ser echar un polvo después.- Él asiente mostrándose conforme con ello.

- ¿Ya?- Yo me quedo unos segundos en silencio pensando si hay algo más que debería añadir, y en cuanto compruebo que no es así, asiento con la cabeza. Él sonríe y en un movimiento rápido se deshace de mi jersey, antes de situar sus manos en mi espalda para atraerme más a él, hasta que nuestros labios se unen de nuevo.

Burned out like a cigarette (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora