SAUDADE

Prólogo

Chanyeol y Baekhyun llevaban una dulce y hermosa relación de casi dos años, se habían conocido durante el primer año de universidad de Chanyeol, cuando Baekhyun en medio de un berrinche en los últimos pasillos de la biblioteca trataba de tomar el libro de Física que se había tardado en encontrar y que tanto necesitaba para estudiar los temas de su examen próximo.

Su atención se centró tanto en maldecir los altos estantes de libros que no noto la alta figura que se detuvo a unos cuantos metros de él, mirándolo con curiosidad mientras hacía esfuerzos inútiles por tomar el libro grueso de pasta azul.

Chanyeol pudo seguir observando al chico pelirrojo de baja estatura de no ser porque en un arranque de impulsividad se subió de forma peligrosa al estante, teniendo poco o absoluto cuidado al subir y agradeció internamente que ninguno de los bibliotecarios estuviera ahí para ver el espectáculo que estaba dando o de lo contrario ese chico sería sancionado, decidió acercarse cuando noto el tambaleó del chico al estar cerca de tomar el libro y aceleró el paso cuando lo observó caer de espaldas contra el suelo.

Si tan solo hubiera llegado dos milésimas de segundos antes, tal vez el pelirrojo no estaría en el suelo, sobándose la espalda baja debido al golpe seco que se provocó.

Abrió la boca para preguntar si estaba bien, pero inmediatamente se arrepintió, era obvio por las muecas del contrario que no estaba bien y necesitaba ayuda, así que sin decir nada se arrodilló a su lado recogiendo el par de libros que habían caído también y acomodándolos rápidamente para devolver su atención al chico en el suelo.

-Te llevaré a la enfermería, ¿Puedes ponerte de pie?

Baekhyun pudo haberlo evadido, de todos modos, no estaba familiarizado en hablar con personas nuevas y comúnmente no le interesaba, pero había algo en el rostro y ojos del tipo alto de grandes gafas que lo hizo sentir seguro.

Asintió, aun atontado por la tierna imagen del gigante de grandes orejas, quien se encargó de pasar su brazo por sus hombros y rodear su cintura para ayudarlo a levantarse. Lo llevó lentamente hasta la sala de enfermería, siguiendo su paso con calma y tranquilidad, hablando durante el recorrido para distraerlo del dolor e incluso una vez en la enfermería había cubierto la escena que terminó propiciando su estado, el alto dijo que tropezó accidentalmente cuando en realidad había casi derribado uno de los grandes estantes de la biblioteca.

Cuando la enfermera anotó los datos fue ingresado al pequeño consultorio médico y Chanyeol fue invitado a salir, ya que había más estudiantes que la enfermera debía atender.

El médico le pidió recostarse sobre la camilla después de una serie de preguntas sobre lo ocurrido, manteniendo siempre la versión que había dado el chico alto del que ahora sabía se llamaba Chanyeol, se levantó con cuidado a pesar de que el golpe ya no le dolía demasiado pero no quería arriesgarse, se acomodó boca abajo y subió un poco su camisa mientras el médico se colocaba un par de guantes para examinarlo.

Su piel tenía un ligero pero notable color rojo, y pequeños matices violetas que anunciaban la próxima aparición de un gran hematoma y, aun así, el médico se encargó de palpar la zona afectada para descartar alguna lesión interna más grave. Finalmente, el profesional le dio indicaciones de aplicar un ungüento en la zona y también le recomendó la compra de unas cápsulas para el dolor lumbar. Agradeció con un pequeño gesto debido a su poca movilidad y abandono el espacio, se asombró al percatarse de que Chanyeol lo esperaba en la puerta de lugar.

-Creí que te irías.

-Iba a hacerlo, pero cuando te traje te veías realmente adolorido.

-Ya veo.

- ¿Que dijo el médico?, ¿Todo está bien?

-Ah sí, solo fue el golpe, me recetó unas cápsulas para el dolor y un ungüento para el hematoma.