Una Historia De Princesas.- Camren

Capitulo 18 |FIN|

"─Nos están mirando como extrañas..─ Sonrió nerviosa la ojiverde mientras se abrían paso en el colorido carnaval que apenas les había dado la bienvenida.

La castaña a su lado rió, jamás soltando su mano.

─Disculpe princesa mía, pero esta extravagante idea fue suya, yo sólo cumplo las órdenes que el rey ordena ante claramente su favorita. Además, ¿que mejor que ver las costumbres de estos pueblerinos?─ Contestó, tal vez demasiado alto y con un acento británico que, sorprendentemente, esta vez si resulto. Las personas a su lado se giraron a verlas apenas la castaña terminó de hablar, notando los vestidos que llevaban puestos, así como el cabello retocado y el maquilla ligero pero a la vista, lo que personas normales no llevarían puesto si se trataba de un simple carnaval en el muelle como destino. Lauren se sonrojó ante las miradas, golpeando amistosamente el brazo de la castaña mientras que esta soltaba una adorable y, a pesar de su confianza extrema, nerviosa risa que hizo sonreír a su corazón.

─Princesa, ¿eh?

─La más hermosa de todas, señorita mía.─ Y una nueva risa abandonó los labios de la castaña cuando vio que más personas la miraban, haciendo que Lauren apretara su agarre y se sonrojará con más fuerza. Camila soltó su mano para extender su brazo y llevarla en un abrazo, y la ojiverde rápidamente se escondió en su cuello, sonrojada pero con la misma sonrisa intacta.

─Te odio─Murmuro nerviosa, aferrando su agarre en la cintura de la castaña.

─Me amas.─Respondió a cambio.

Y la ojiverde se sonrojó más, porque claramente era algo cierto. Camila sonrió ante esto, porque lo sabía y con el paso de tiempo ella lo había estado demostrando aunque estuviera demasiado ciega para notarlo, pero eso ya era pasado, lo importante era este momento. En el que la castaña le había prometido llevarla a un costoso restaurant y la había hecho vestirse de acuerdo a eso, para terminar en un carnaval con la ojiverde aferrada a su cintura con su respiración torturándola en el cuello, en medio de la multitud que sólo capturaba más la atención.

─Princesa mía, ¿le gustaría probar aquella rueda gigante parecida a un molino? No tenemos de esas en el reino─ Lauren salió de su escondite, su sonrisa brillante al encontrarse con la de la castaña. Sonrió asintiendo, amando la manera en la que la castaña la estaba tratando, y eso que esto apenas comenzaba.

Lauren soltó a Camila, y extendió su mano para que ésta la tomara, y así avanzar de mano a mano a la rueda de la fortuna, donde esperaron en la fila hasta que llegara su turno.

Al parecer a Camila comenzaba a encantarle aquel juego, en el que pretendía que Lauren era una princesa experimentando por primera vez una noche en un carnaval americano, ¿y es que como no iba a encantarle cuando siempre obtenía como respuesta los más lindos sonrojos de la ojiverde? Ah, y también las miradas curiosas de la gente que sólo le hacían querer soltar una carcajada.

─¿No más miedo a las alturas?─Pregunto curiosa la ojiverde cuando estuvieron en el punto más alto, y la castaña se removía nerviosa en su asiento, pero aún así, tenía su mirada fija en la ojiverde.

Se encogió de hombros.

─No cuando estoy mirando el paisaje más hermoso.

Lauren debía de admitir que también le estaba encantando el juego que Camila insistía en jugar. Recibir aquellas frases tan encantadoras era simplemente alucinante, y ver la expresión nerviosa de la castaña al decirlas, insegura por la respuesta que se llevaría, sólo hacia que su corazón latiera más y más ante tanta ternura.