➺Capítulo Ocho: Una vez más

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—Sí, ya se quitaron—suspira antes de continuar hablando —no consigo asimilar lo que sucedió, quiero decir, te vi morir frente a mis ojos y ahora hablas conmigo. No sé, creo que voy a volverme loco—Dazai lo sostiene de los hombros y le insta a caminar.

—Vamos a caminar un rato, es un hermoso día y de paso hablamos.

Dazai continua guiando a Chuuya mientras hablan.

—Te lo agradezco, como decía, estoy volviéndome loco, no sé que esta ocurriendo, Dazai. ¿Por qué te buscan esos ángeles de la muerte? ¿Eso que vimos fue real? Y más importante ¿Debo temer por mi vida y huir?

Chuuya no pudo seguir hablando porque Dazai lo había empujado directo al sendero que estaba junto al camino. Chuuya cae al agua y se zambulle, minutos después sale a la superficie.

—¡Chuuya! ¿Estás bien?—Dazai agita su mano mientras le observa desde la orilla, hace un intento sobrehumano por no reír.

—¡¿Por qué hiciste eso?!

—Hablaremos luego ¿de acuerdo? No es el momento, debes averiguar como salir de ahí y cambiar tu ropa.

Lo siguiente que se escucha es un grito de ofuscación de Chuuya cuando Dazai se retira con total calma y desinterés, silbando y con las manos dentro de sus bolsillos. Chuuya nada hasta la orilla y consigue salir pero cuando intenta localizar a Dazai, éste ha desaparecido ¿Cómo es que desaparece tan rápido?

—¡Dazai deja de huir! —No recibe repuesta, eso provoca que Chuuya patee una piedra que estaba a su alcance al sentirse furioso—¡Bien, si eso quieres puedes irte a la mierda!

Chuuya voltea y Akutagawa aparece ante él, a pesar de ser muy joven, Akutagawa tiene un aspecto enfermizo, y una delgadez excesiva, su piel es muy pálida como la de un muerto, además lleva ropa oscura. Eso logra asustar a Chuuya por lo que retrocede pero minutos más tarde recompone su compostura y finge no haberse sorprendido.

—¿Dónde queda la mierda? ¿Allá está Dazai?—Akutagawa indaga, se muestra genuinamente intrigado.

—¡¿Qué quieres ?!—Chuuya saca un gas pimienta de su bolsillo y lo apunta contra Akutagawa.

—¿Esta es tu personalidad? Pensé que sería más delicada...

—¿Cómo no reaccionar de este modo si apareces detrás de mí sin hacer ruido? Además tu amigo intentó matarme.

— ¿Y bien? ¿Dónde está?—Atsushi aparece junto a Akutagawa, pero ahora lleva una capa negra similar a la de su compañero, le llega los tobillos y lo asemeja a un ser siniestro.

—¡Te dije que no me siguieras! Dame mi espacio ¿quieres? —Akutagawa le reprocha a su compañero.

—Yo también lo estoy buscando, además eres demasiado impulsivo y lo arruinas todo. Si los superiores te descubren, eres hombre muerto —Akutagawa le mira con obviedad, la palabra "muerto" es ofensiva —Bueno... más muerto de lo que estás.

—Disculpen...

Atsushi retrocede y se esconde detrás de Akutagawa.

—¡Dios mío puede verme! ¿No se supone que ahora no debería verme? ¿Akutagawa por qué me esta viendo?

—¿Y por qué me lo preguntas a mí? Yo tampoco lo sé—Atsushi se acerca y toca a Chuuya pero vuelve a retroceder y esconderse mientras lo mira con recelo.

—¿Qué cosa es?

—¡Oye! ¿Puedes o no qué demonios buscan de mí? Si vas a llamarme cosa mejor me voy.

—Eso es imposible, va contra las reglas.

—Pero Akutagawa dijo que debe
llevarse el alma de Dazai y que me borrará la memoria—Chuuya retrocede y continúa levantando el gas pimienta hacia ellos —No se acerquen.

—Dudo que el gas pimienta te ayude...— Akutagawa murmura.

Atsushi gira hacia Akutagawa, y lo regaña con la mirada.

—¿Cómo pudiste hacer eso? No sólo te muestras ante un humano y lo dejas libre sin haberle borrado la memoria, también le dijiste cosas inapropiadas. ¡¿Estás loco?!

—¡Entre en pánico! Son detalles que podemos arreglar, ahora lo importante es encontrar a Dazai.

—Ni siquiera sabemos dónde esta.

—Siempre esta cerca de este humano gritón.

Esa descripción le resulta ofensiva a Chuuya pero trata de mantener la cabeza fría, aprovecha que están discutiendo para dar la vuelta y correr lejos de ambos pero Akutagawa aparece ante él, intenta correr hacia otro lado y esta vez Atsushi se lo impide.

—¿Por qué no simplemente aparecen frente a él y me dejan en paz?

—Lo predijo y ahora no nos permite acercarnos a él. Siempre esta un paso adelante de nosotros.... maldito, me ocasionará una migraña—Atsushi suspira, este trabajo esta quitándole tiempo valioso.

—¡Gracias!—Dazai agradece y seguidamente aplaude, se encuentra sentado el último escalón. Atsushi lo observa con total disgusto desde abajo, como si fuera un insecto desagradable —No me mires así, yo no fui quien te apuñaló en el corazón.

—Así que el rumor es cierto... eres un monstruo que no puede morir, tal vez ni siquiera tienes un corazón y yo aquí, perdiendo el tiempo contigo.

—¿Y qué hay de ti? Tu corazón dejó de latir desde hace siglos. Me pregunto que habrá ahí dentro ...—Dazai señala el torso de Atsushi, como si lo cortara con algo filoso, eso le hace estremecer—Cometiste una acción imperdonable y por eso obtuviste este destino, lástima.

—¡No es como si tu castigo fuera por robarle un dulce a un niño!—Esto es humillante, si existe algo que le desagrade más que cualquier otra cosa es que le recuerden que esta muerto y condenado a guiar a las almas al más allá —Estás loco...—Atsushi le grita antes de retirarse.

Dazai se estremece por una presencia peligrosa, Chuuya lo esta mirando fijamente, Dazai reconoce el peligro. Chuuya da la vuelta y se retira a zancadas, sus pisadas son firmes y en ningún momento no voltea a ver.

—¡¿Tú también te irás?!—Dazai se muestra indignado, gira y observa a Akutagawa.

—Supongo que solo quedamos tú y yo
—Akutagawa sonríe debido a ese triunfo.

—No, sólo tú.

Akutagawa parpadea y se percata que Dazai ha vuelto a desaparecer, gira a su derecha e izquierda pero no hay nadie, lo han dejado solo.

Time / SoukokuOnde histórias criam vida. Descubra agora