Capítulo 1:

530 28 20
                                    


 

1

 

  Vuelvo a observar por la ventana los últimos rayos del crepúsculo escuchando un plan mediocre ideado por mi amigas de como planean revolcarse con dos chicos en la fiesta en la arena, mientras que yo solo intento reprimir el asco y no hacer una mueca de disgusto, en serio cuesta demasiado. Sigo viendo el atardecer y como se esconde hasta que un giro brusco hace que mi rostro se estampe contra el vidrio y mi frente golpee la ventana. Genial.

  —Luego él me tomará de las caderas lentamente y entonces... —por Dios Myrna no seas repugnante.

  Nadie quiere escuchar tu historia de media hora sobre como te acostarás con todos los muchachos de la fiesta. Aunque se lo dijera sé que seguiría hablando así que solo debo callarla de una puñetera vez.

  — ¡Myrna! Por favor basta, si quieres que te follen ve y ya pero no molestes con las anécdotas sexuales —hundo mi rostro entre las manos deseando que eso no hubiese sido tan hostil como creí que se escuchó.

  Myrna se calla y la escucho tragar saliva a modo de quedo, siento que he sido muy agresiva pero es que yo tenía motivos para decir eso. El hablar de sexo tan explícitamente me repugnaba en todo sentido.

 El sol ya se ha ocultado por completo dejando la oscuridad con algunos rayos de luz visibles alumbrando muy tenuemente. El silencio es algo que disfruto ya que por el momento yo solo quiero llegar a la fiesta y tirarme en la arena creyendo que ésta tortura no es real, conecto los auriculares, me los pongo y solo dejo que el ritmo de Yesterday de The Beatles suene. 

  Tengo suerte de que tenga todo un repertorio grande de canciones en mi celular para escuchar y de que el viaje se está haciendo increíblemente largo entre giros a la izquierda y derecha, caminos fijos y se repite el proceso, sin contar el simple hecho de que ninguna de las cuatro dentro del auto haya dirigido palabra durante el resto del camino desde que callé a Myrna y aunque duela en mi ego sé que tengo que decir que todo es mí culpa por haberla callado.

  Aparto la vista de lo que me rodea fuera del coche y observo a mis amigas, la presumida Aline sentada en la parte trasera viendo su celular mientras habla con su novio por mensaje, no sé cómo puede ser así de estar con su novio y un hombre a la vez, me resulta tan desagradable. Observo a Marilyn que solo se limita a retocarse el maquillaje con la tenue luz en el coche mientras tararea aquella estúpida canción de kinder que nos hacían cantar para poder dormirnos en "paz".

  El coche da un vuelco haciendo que mi estómago recuerde las tartas que comí antes de salir de mi casa y subirme inconscientemente a este infierno con ruedas. Vuelvo a ver por la ventana y por fin veo la oscuridad, no sé cuánto tiempo ha pasado pero comienzo a sentir un profundo sueño y necesito dormir un poco en lo que queda de viaje. Cierro los ojos lentamente pensando en la música haciendo que la misma me envuelva hasta que por fin no siento peso en mi cuerpo, no siento nada.

  Abro los ojos y me observo en una gran celda que solo da vueltas a mí alrededor mientras observo horribles rostros mirándome con cara de decepción, preocupación y nervios. Estoy tan aterrada por todo lo que pasa que me cuesta procesar de quienes son esos malévolos rostros que me observan con una mirada profunda y dolorosa.

  Una mano se apoya levemente en mi hombro y abro los ojos bruscamente sin previo aviso, atino un golpe frente a mí haciendo que alguien se desmaye porque mis nudillos duelen. Me incorporo y veo que sigo en el asiento del copiloto frente a una fiesta que se desmonta como si nada, por lo que veo he desmayado a un muchacho que se ha caído fuera del coche. Un aplauso para la más idiota del mundo.

  Salgo del coche medio mareada saltando sobre el muchacho a mis pies, lo siento mucho.

  Cierro la puerta detrás de mí y me emparejo mi cabello, soy un desastre andante, acomodo mi cabello beige claro mientras siento el hombro de mi camiseta larga mangas cortas, sinceramente amo mucho esta vestimenta pero como estoy ahora. Parece que soy una bolsa de papas con harapos.

  Cruzo unos arbustos y me dejo caer de cara a la arena. Otro aplauso para la más idiota.

  Por suerte nadie nota mi presciencia ahí si no es hasta que una chica de cabello rojizo vestida muy provocativamente me grita. Eres genial Aline.

  – ¡EMMA! ¡Ven Emma querida! – grita eufóricamente haciéndome señas con las manos.

  Santo cielo, todo se queda en silencio salvo por la música que no puede parar y alguna que otra carcajada al fondo. Me pongo inútilmente de pie limpiándome arena de mi vestimenta que tanto amo, creo que tengo arena en el sostén. Eso sí es incómodo.

  Me acerco a la barra cubriendo mi rostro con todavía algo de vergüenza, me siento en uno de los banquillos y en casi un susurro de mis labios profiere que quiero alcohol. Algo que me haga sentir tan imaginaria como el resto de las personas aquí para perder la dignidad por completo así ya no habrá nada que me pueda avergonzar. Cubro mi rostro con una fina capa de cabello haciendo que aquella expresión que tengo desaparezca.

  Sirven la bebida frente a mí y entonces alargo el brazo, agarro fuertemente la copa y me lo bebo en un santiamén azotándola otra vez contra la barra. El espeso alcohol baja por mi garganta quemando todos mis sentidos hasta depositarse en mi estómago preparado para iniciar la Fiesta del Vómito como lo llamo yo. Pido otra copa con más alcohol que antes para perder más rápido la noción de todo lo que tengo activo.

  Vuelven a depositar una copa frente a mí y no pienso dos veces lo que hago, lo agarro y me lo bebo aún más rápido haciendo que mis sentido si empiecen a marearse, mis personalidades se cambian entre sí, mis sentidos intentan matar a mi cerebro y el alcohol atormenta a mi subconsciente. Mi vista se empieza a nublar.

  Siento un crujido y me despierto, veo la oscuridad levantarse ante mí. No puedo ver nada, solo distingo unas ramas y el resto es oscuridad, como si me hubiera vuelto ciega pero con la vista auditiva. Mis ojos empiezan a adaptarse a mi entorno y comienzo a ver mejor donde estoy.

  Me encuentro rodeada por unos enormes árboles que tienen escasas hojas pero crean la ilusión del pánico, estoy recostada sobre una gran piedra que en cuánto me muevo me hace recorrer un dolor por todo el cuerpo. Mis pies reaccionan y tan adolorida me pongo de pie con un gemido en mi garganta, esto es como clavarme cincuenta cuchillos en la espalda sin piedad.

  Mi cuerpo se desestabiliza por un momento y me tengo que mantener de la piedra. No sé dónde me encuentro en estos momentos solo que capaz que estoy muy lejos de la fiesta y del auto, me perdí por la resaca y también perdí a mis amigas en el transcurso de todo esto. Tengo que ir a buscarlas.

  Comienzo a caminar lentamente tratando de evitar las ramas y hojas secas para que no crujan bajo mis pies, piso fuertemente pero mis pies no reciben superficie y comienzo a rodar como estúpida por la empinada colina, observo piedras, hierbas y una rata corriendo antes de desplomarme en el suelo otra vez. Mi rostro se empieza a acostumbrar al hecho de siempre estar contra el piso.

  Me vuelvo a poner de pie, veo una escasa y tenue luz anaranjada cubierta por dos pinos y un conjunto de arbustos. Capaz que ya esté cerca de la fiesta, un poco de adrenalina se carga en mis venas y sigilosamente me voy acercando a la misteriosa luz haciendo que un arbusto cubra mi cuerpo. ¿Qué demonios?

  Frente a mí veo una fogata encendida y a tres muchachos con una camisa sin mangas negra y jeans ajustados, están empuñando cuchillos cada uno con firmeza y frente a la fogata hay un hombre arrodillado pidiendo piedad pero se ve que los mismo le hacen caso omiso porque en ese instante uno de ellos le corta el cuello de lado a lado mientras los otros le pegan golpes y lo arrojan al fuego. Estoy frente unos asesinos.

  Doy reversa para que no me escuchen pero entonces una rama se quiebra bajo mis pies.

 ———————————————————————————

N/A: Este capítulo fue modificado en la parte inicial para dar más coherencia a la situación.

La secta © #1 (SIN EDITAR)Where stories live. Discover now