° Capítulo 42 °

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 ° Victoria °

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° Victoria °

Me encontraba en el baño del hotel llorando mi hijo estaba durmiendo en la cama, no faltaba mucho para que se despertara buscándome

Me había llegado un mensaje de una tipa diciéndome que mateo me había montado los cachos otra vez obviamente me arreche al tal punto que se me bajo la presión y casi me caigo de culo con Damián en los brazos por la habitación, mi ángel se durmió y fue cuando llame a mateo

Está durmiendo según el y me dijo que si estaba loca que era un invento que no había echo nada y qué tal, realmente no se si creerle la tipa no me mando más mensajes ni fotos ni nada pues simplemente me dijo

Eres una cornuda

El mensaje se veía un poco infantil le trata de mandar más mensaje pero al parecer me bloqueo no habían fotos ni nada

Esta situación ya estaba destruyendo mi nervios, nadie lo sabía pero había vuelto a tomar pastillas para la ansiedad

Ya había hablado con una terapeuta y me lo recomendó nuevamente, tener a mateo borracho por más de un mes y cuidar Damián el cuál aclamaba mi atención completamente era bastante para mi mente

Le levante y me lave la cara para poder estar más presentables eran las tres de la y el vuelo a mexico salía a las seis de la mañana y mateo llegaría a Panamá a las cuatro y media

Me senté en la cama para poder regular la respiración y me tome mis dosis diarias más las pastillas anticonceptivas no podía pensar en tener otro bebé en esta situación

Veo como Damián se empieza a despertar y me mira con esos ojos gigantes como azul con gris que me enamoran todos los días

—Como te despiertas il sole mio—me sonrió y balbuceó sentí como las ganas de llorar comenzaban lo cargué y el empezó a buscar mi pecho desesperado

Al comenzar a comer entra Ana a la habitación con la maleta lista para irnos yo andaba en ropa deportiva pero de tela de algodón, tenía el cabello vuelto mierda por que no puede ni bañarme

—Nena tenes la maleta lista—negue ell suspira y empieza a hacerla me iba a levantar para ayudarlo con Damián encima

—No nene quédate ahí yo hago esto rápido, descansa te noto cansada—asentí mientras arreglo el bolso de mi ángel el cu estaba entretenido jugando con mi pecho y cara

—Volviste hablar con el cierto?—Negue mientras me colocaba crema hidratante

–Bueno boluda lista vamos—asentí al bajar nos despedimos de todos y le coloqué el abrigo a mi gordo que estaba muy risueño hoy

A T R E V I D O ­  ­/  Mateo palacios / TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora