Amor entre balas

Capitulo 22

Buenos días hermana- Dice Stefano muy alegre.

Stef que hora es?- Pregunta Ginebra con la voz ronca.

Son las nueve de la mañana- Dice Stefano muy animado.

Y que es lo que necesitas de mi un domingo a las nueve de la mañana?- Pregunta Ginebra adormilada.

Pues quiero desayunar con mi hermana de corazón y ademas hay una bebota hermosa que te quiere ver- Dice Stefano con ternura.

Una bebota hermosa?- Pregunta Ginebra frotándose los ojos.

Hola loca- Dice la pequeña Lucia mirando a su tío con una sonrisa.

Hola bebota- Dice Ginebra feliz.

Y desayunamos?- Pregunta Stefano mirando a su sobrina con una sonrisa.

Me pasas a buscar?- Pregunta Ginebra frotándose los ojos.

Nos vestimos y vamos- Dice Stefano cogiendo a su sobrina en brazos.

Hasta ahora- Dice Ginebra destapándose.

Nos vemos en nada- Dice Stefano dejando a su sobrina en la cama.

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Ginebra se levanta de la cama, va al baño, se viste, hace la cama y corre la cortina para que entre luz natural.

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30 minutos mas tarde.

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Toc toc toc- Se escucha en la puerta.

Ya voy- Dice Ginebra poniéndose la chaqueta.

Ginebra abre la  puerta viendo a la pequeña Lucia en los brazos de su tío Stefano.

Loca- Chilla feliz al ver a Ginebra.

Hola bebota hermosa- Dice Ginebra besando a Lucia.

Bueno yo también existo- Dice Stefano mirando a Ginebra con una sonrisa.

Oye que celosos es tu tío- Dice Ginebra mirando a Stefano con una sonrisa.

Vamos a desayunar?- Pregunta Stefano mirando a las dos chicas.

Vamos- Dice Ginebra dejando un beso en la mejilla de Stefano.

Stefano sienta a la pequeña Lucia en su silla y le abrocha el cinturón, mientras Ginebra se sienta en el asiento de copiloto.

Donde queréis ir a desayunar?- Pregunta Stefano abrochándose el cinturón.

Al bar del mirador- Dice Ginebra mirando a Stefano con una sonrisa.

Pues en marcha- Dice Stefano arrancando el coche.

Stefano pone rumbo al mirador.

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20 minutos mas tarde.

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Hemos llegado- Dice Stefano apagando el motor del coche.

Pues vamos a comer por que tengo mucha hambre- Dice Ginebra abriendo la puerta del coche.

Si yo también tengo hambre- Dice Lucia mirando a Ginebra.

Ya, ya vamos- Dice Stefano desabrochando el cinturón de Lucia.

Stefano, Lucia y Ginebra entran al bar y se sientan en una mesa.