Semillas (One Shot)

18.1K 1.1K 297
                                    

Ya han pasado seis meses y medio, casi siete desde que dejaste de ser la persona que me hacía reír, el que me hacía feliz, el que con solo un abrazo lograba espantar mis miedos. No puedo negarlo, ha sido mucho más difícil de lo que pensé.

            He intentado no salir demasiado, esquivar aquellos lugares que tengan recuerdos de nosotros, de tu olor cítrico, de tus respuestas perfectas o de tus sonrisas pegajosas. Pero es demasiado complicado cuando toda una ciudad está teñida de azul por mi tristeza.

Ya han pasado seis meses y medio, casi siete desde que todo acabó. Desde que la lluvia tiene una sensación distinta, desde que me persiguen los ojos color avellana, desde que una parte de mí se perdió. Nos hemos visto, lo sabes, pero no hemos mediado palabras. Admito que me alegré cuando supe que estabas participando con otros niños para ser dobles de tu grupo favorito dentro de la ciudad, ese grupo del cual nos gustaban todas sus canciones y fingíamos ser uno de ellos. Y, contrario a lo que me decían, le pedí a una de mis amigas que me acompañara a verte.

No debiste haber cantado “Little Things” mirándome fijamente, para después salir a abrazar a otro niño. Descubrí que sigues siendo el mismo rompecorazones de hace un tiempo. Pero aun así, era lo suficientemente tonto como para esperarte por si decidías volver. Eras todo lo que yo quería. Tan solo debías quedarte.

El otro día, junto con Nicky, pasé por una de las plazas que visitamos, específicamente una donde nos sacamos muchas fotos. Esa plaza que al centro tiene una especie de escenario de piedra, con cuatro escaleras, una en cada lado, que dan acceso a él. Inmediatamente recordé que al costado de una de esas escaleras, dejamos fluir todo nuestro cariño, con promesas de un futuro perfecto. Que iluso era.

Pero ahora hay algo distinto ahí. Exactamente en ese mismo lugar donde algún día me dijiste “pero en esta foto pareciera que salgo desnudo” con tu sonrisa perfecta de siempre, ahora hay muchos colores que antes no estaban.

Si pasas por ahí, porque estoy seguro que recuerdas el lugar, verás que ahora está poblado de flores multicolores, pequeñas flores que le dan vida a ese pedazo que tierra que era antes. Como si nuestro cariño hubiera dejado semillas de nuestra felicidad momentánea, que tardaron, pero lograron florecer, a pesar de todas las dificultades y todas las promesas rotas, asegurando la esperanza de algo nuevo y bueno.

Hace seis meses y medio, casi siete que no pasaba por ese lugar y siendo sincero, debo admitir que al ver las flores sonreí ampliamente. No por la sorpresa de las flores mismas ni tampoco por tu recuerdo.

Sonreí simplemente, porque ahora estoy feliz.

Guarda mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora