SUGAR |JJK

•Dos

El dolor de cabeza me estaba matando, pero tenía que limpiar la barra y acomodar los vasos. Faltaba poco para abrir y lo que más quería era devolverme a mi casa para seguir durmiendo.

No recordaba mucho de la fiesta de anoche, sólo que por alguna razón me estaba besando con el maldito idiota de San y que llegó Jungkook, por suerte, separándome de él. El alcohol es una mierda y te impulsa a hacer cosas estúpidas.

No había hablado con Jungkook, pasé casi todo el día durmiendo y me levanté de la cama porque tenía que venir a trabajar. Toqué en su apartamento pero no abrió, así que supuse que estaba en el taller o que no quería hablar conmigo ya que le arruiné la noche, bueno, tampoco era como que si se fuera a morir por no meterlo una vez.

–Glow, estás muy lenta. –Dijo, Leo, mi jefe y dueño del bar. –Te divertiste mucho anoche, ¿no?

–Si, un poco. –Respondí sin ánimos.

–Apúrate, no falta mucho para la hora.

–Está bien. –Dije, rodando los ojos sin que él me viera.

Leo me caía bien, era un buen jefe, pero justo ahora no quería que nadie me molestara.

Mis otros compañeros estaban limpiando el resto del lugar, para que dentro de unas horas todo estuviera sucio de nuevo, este bar era muy popular, y se llenaba todas las noches. Yo era bartender y mesera, unas noches estaba detrás de la barra y otras llevando tragos de aquí para allá, aunque a veces hacía las dos cosas.

–Esta noche nos emborracharemos, ¿va? –Jooheon se acercó a la barra.

–No gracias, no volveré a beber jamás.

–Eso decimos todos cuando tenemos resaca. –Dijo, entre risas.

–Créeme que no volveré a beber en un tiempo. –Pronuncié, recordando el beso con San y de sólo pensarlo me estremecí. Debí usar más enjuague bucal.

–Como digas, Glow. –Se alejó para seguir con su trabajo.

Glow.
Ese es mi apodo. Ahn Jiwoo, mi nombre.

Los chicos del bar fueron los que me dieron ese apodo cuando entré a trabajar aquí, porque según ellos, llamo la atención o destaco fácilmente por mi cabello rubio platinado y también por la forma en la que me visto. Me gusta usar prendas llamativas y colores brillantes.
Luego, mis amigos y clientes habituales también comenzaron a llamarme por ese mote.

Había terminado de limpiar la barra y acomodar todos los vasos, cuando vi que entró Jungkook. Llevaba algo en su mano, lo que reconocí como mi bolso, no estaba preocupada por mis cosas porque Sooah las tenía y pensé que probablemente me las traería a pesar de ser su día libre, supuse de inmediato que él se la había encontrado.

–Sooah me pidió que te entregara esto. –Colocó el bolso sobre la barra.

–Gracias. –Lo guardé debajo de ésta y lo miré. –¿Aún sigues molesto conmigo?

–No, luego tendré otra oportunidad con Miyoung. –Se encogió de hombros.

–¿Vendrás más tarde?

Él solía venir seguido junto con sus amigos, ya saben, los tragos gratis. Aunque cuando empezaban a pedir en grandes cantidades, si se los cobraba.

–Probablemente lo haga después de que termine de hacer algo que tengo pendiente. –Se separó de la barra.

–Está bien, gracias por traer mis cosas. –Sonreí.

–No fue nada, Woonie. –Dijo, restándole importancia. Nos despedimos y él se fue.