Fantasías Eróticas

49. Decidido a todo

Jayden permaneció inmóvil mientras BoA era arrastrada hacia el otro auto. Quería ayudar, pero temía por su hijo. Donghwan golpeó a BoA en la cabeza con la culata de su revólver, dejándola inconsciente en el asiento trasero. Hana se horrorizó al ver que su sangre empezaba a manchar el asiento del auto.

─¿No la habrás goleado demasiado fuerte?

Donghwan no le prestó atención, revisó a BoA en busca de un teléfono móvil, necesitaba un modo de comunicarse con su marido, para poder pedir el rescate. Lo encontró en el bolsillo trasero de su pantalón.

─Busca el número de su esposo ─ordenó lanzándole el móvil a Hana. Después regresó con Jayden─. Si te metes en esto, prometo que te buscaré y mataré a tu hijo.

Donghwan abrió la puerta del auto y quitó las llaves del volante, para luego arrojarlas entre los árboles. Una vez se marchó, Jayden empezó a buscar entre los matorrales. Necesitaba salir de allí, llevar a su hijo al hospital y llamar a Yunho.

Yunho había tenido un largo día, al llegar a su habitación de hotel se lanzó de espaldas sobre la cama. Su intención era descansar unos minutos antes de entrar a la ducha y bajar a cenar; pero se quedó dormido. Despertó media hora después, al escuchar el timbre de su móvil, era BoA. Tenía varias llamadas perdidas.

─Lo siento, me quedé dormido ─dijo esperando escuchar su voz al otro lado de la línea.

─Escucha atentamente.

Yunho se sentó de inmediato. Verificó el número, pensando que quizás hubiese visto mal; pero no había ningún error.

─¿Quién habla?

Sintió temor al pensar que quizás algo le había pasado a BoA.

─Tengo a tu mujer ─inició Donghwan─. Si quieres verla con vida de nuevo, asegúrate de seguir mis instrucciones y no dar aviso a la policía. A la menor sospecha la mataré. Aunque, quizás me divierta con ella antes de eso.

─¡No te atrevas a tocarle un pelo! ─le amenazó Yunho─. Si le haces daño yo mismo te mataré. ¡Lo juro!

Donghwan rio a carcajadas.

─Asegúrate de seguir mis instrucciones al pie de la letra si la quieres de regreso.

La llamada se cerró y Yunho recibió un mensaje. Era una fotografía de BoA, estaba con vida, pero tenía una herida en la cabeza. Su rostro y blusa estaban teñidos de rojo. ¿Cómo demonios las cosas habían terminado de ese modo? ¿Quién era ese tipo y por qué tenía a su mujer? Abrumado, se llevó las manos a la cabeza. Luego respiró profundo y empezó a empacar, necesitaba regresar de inmediato. Estaba por abandonar la habitación cuando su móvil volvió a sonar, era un número desconocido. Su mano tembló ligeramente, quizás era el tipo ese de nuevo.

─¿Yunho? ─Él reconoció esa voz al instante─. Soy yo, Jayden.

El mayor temor de BoA era no volver a ver a su hija, que ella creciera sin su madre, que le olvidara, que su único recuerdo fuese una vieja fotografía. Después pensó en Yunho, en lo desesperado que debía estar en aquel momento. Ahora se arrepentía de no haber llamado a la policía. Aquel tipo, aunque peligroso, no dejaba de ser un principiante. La policía habría sabido que hacer. Esperaba que Yunho no cometiera el mismo error.

Esta vez Donghwan se hallaba en una motel abandonado. Allí se había encontrado con los tipos a los que debía dinero. Le pareció un buen lugar para ocultarse. Por lo que después de que estos se marcharan con el dinero, se instaló allí.

─Esto ya se está poniendo peligroso ─le dijo Hana preocupada─. Aun cuando su esposo pague el rescate, seguro te denunciará a la policía. Estoy asustada.