◜Capítulo 7: Ilusión.◞

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14 de abril, 2018.

Su piel se escalofrió al sentir los húmedos labios recorrer sus muslos, una de las ásperas manos recorrió su vientre hasta tomar uno de sus pechos y masajearlo. Soltó un gemido al sentir una cálida lengua pasar por su intimidad.

- Izuku...- Sintió el resoplido de la risa en la humedad de su piel.

-Estás más sensible de lo normal.- Rió el pecoso dejando suaves besos sacando suspiros de la castaña.

-Tú estás más entusiasta de lo normal.- Jadeó acariciando la mata de cabello verde, jalandolo para ver el rostro pecoso, admirando sus ojos llenos de lujuria, sintiéndose vacía ya que no era lo que deseaba.

El chico no respondió, volviendo a subir los besos por su cuerpo, dejando uno leve en su mejilla, evitando su boca. Como lo hacía siempre desde la primera vez que habían estado juntos, el peliverde no compartía sus labios. Su cerebro solía replicarle que era porque no la amaba, pero su ingenuo corazón decía que era porque él aún no estaba listo para soltar sus sentimientos.

- Estás lista.- Susurró en su cuello mientras acariciaba su entrada. El chico se alejó para ponerse un condón antes de alinearse en su entrada y penetrarla.

Las manos de la castaña tomaron su espalda, arañando la piel y besando las pecas de los hombros mientras sentía el placer estremecer su cuerpo en sincronía con la calidez de él.

Queriendo pensar en que al menos en ese momentos sus sentimientos eran correspondidos.

.

Ambos jadearon tirándose en la cama con sus respiraciones agitadas.

La castaña giró su mirada al chico, mirando su perfecto cuerpo desnudo antes de ponerse sobre él. Dejó un beso en su cuello, sintiendo el pulso aún agitado en sus labios, subiendo por su mentón marcado, besando cada peca hasta su rostro.

-¿Quieres ir de nuevo?- Sonrió el pecoso dándole vuelta en la cama. Poniéndose sobre ella, dejando caer su cabello levemente húmedo por el sudor sobre su rostro, enmarcando suavemente sus ojos.

La castaña subió su mano acariciando el rostro pecoso, mirándolo fijamente. Anhelando que el doloroso y oprimente amor que sentía por él fuera correspondido con la misma intensidad. Uraraka sentía que si ella daba el primer paso quizás el chico podría dejar salir esos sentimientos reprimidos. Acercó su boca a la suya, esperando ser correspondida.

Pero no fue así, claro que no.

- Es tarde, debería marcharme.- El chico se alejó tomando sus prendas del suelo para vestirse.

-¿No dormirás aquí?- Preguntó gastando su última esperanza.

-Sabes que no, pueden castigarnos por esto. -Aclaró.- Además, debo ir a hacer tarea.

-Solo pensé que podías quedarte... un poco más.- Masculló con tristeza. Midoriya resopló.

-Ochako.- Regañó el peliverde al saber por donde iba la plática.- Ya hemos hablado de esto.- Terminó de vestirse sin mirar el rostro de la chica.

-¿Tan malo es que te ame?- Preguntó con la voz rota, haciendo que el chico se volteara hacia ella mirándola con los ojos abiertos.

-Ochako yo...-

- No, Izuku. He estado llevando esto con toda la madurez que he podido pero tú no pones de tu parte ¿Crees que solo quiero follar y que me dejes de nuevo en mi habitación o prácticamente me heches de la tuya?- Los ojos chocolate lo miraron a punto de derramar lágrimas.

Contrato Nupcial. |KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora