A DONDE VAN LOS CORAZONES ROTOS?..

03

En la cafetería todos sus compañeros la recibieron con una sonrisa, gustosos de que Tess este de regreso junto a ellos. Y ella también estaba feliz de verlos otra vez.

Se dispuso a dejar sus pertenecías en su casillero para después ayudar a Adam un chico de estatura promedio, quien siempre le había brindado su ayuda cuando ella recién comenzaba ahí.

- ¿Todo bien?.

El pelirrojo intento indagar, puesto a que estaba enamorado de Tess y todo lo que a ella le pasara a el le importaba y mucho.

- Estoy bien.- Hizo un intento por sonreír.

La dura realidad era que no estaba bien, pero necesitaba fingir que si.

- Bien. Siento mucho por lo que has pasado Tess, mereces a alguien mejor.

- Adam, no quiero seguir con esta conversación. Estoy aquí para trabajar, no para hablar sobre mis relaciones. 

El chico simplemente asintió y continuo limpiando la siguiente mesa dándole espacio a Tess.

Después de una hora y media la cafetería abrió y los clientes comenzaron a llegar, Tess se encargaba de llevar los pedidos a las mesas, mientras Adam ayudaba a prepararlas junto a su hermana Tatiana, una chica de cabello pelirrojo ondulado y de una mirada verdosa intimidante. La verdad era que Tess había intentado ser amigable con la hermana de Adam pero esta simplemente fue grosera con ella en las primeras semanas de trabajo con el tiempo amabas pintaron su raya y nunca cruzaron palabra alguna. 

                                                                                        °°°

A la hora de la salida Jenna paso a recogerla en su Mini Copper plateado, Tess realmente adoraba a su amiga, ella no sabría que hacer el día que ella le faltara, daría su vida por la de Jenna y sabia que la rubia haría lo mismo por ella. Para llevar las cosas bien Jenna encendió la radio y se dispusieron a tararear las canciones que estaban sonando haciéndoles pasar un rato agradable entre amigas, entre las canciones resonó una que le saco varias lagrimas a la rubia.

- ¿Sigues teniendo esas pesadillas?.- Tess prosiguió a darle un masaje circular con su palma sobre la espalda de la Rubia dándole apoyo.

- ¿Hasta cuando, Tess?.- Mas lagrimas cayeron por sus mejillas rosadas.- ¿Hasta cuando voy a seguir sufriendo por..?

- Basta. No te atormentes mas, el ya no puede hacerte daño. Escúchame eres la mujer mas fuerte que conozco y se que puedes con esto.

- No se si sea la mas fuerte. Mi madre utilizo mis ahorros para comprar su estúpido licor.- Bufo molesta.

- ¡Eso es un robo!.

- Pudo pedirme un poco de dinero, sin embargo no lo hizo y lo gasto todo, tenia planeado irme de aquí con ese dinero y ahora mis planes solo quedaron en ilusiones.

Tess sabia lo duro que Jenna había trabajado por ese dinero que casi le costaba su propia vida dinero que su amiga creía le daría la libertad que ella tanto necesitaba. Lastima que fuera a donde fuera su pasado y sus cicatrices le recordarían ha quien le pertenece. 

Al llegar a su destino Jenna ya se encontraba un poco mejor, por esta vez volvería a pasar la noche en casa de Tess.