𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗮𝗹𝗸𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗲𝗮𝗱 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻
[terminada en 2022]
Riley apenas puede soportar su propia mente, pero cuando dos hombres se cruzan en su camino, se verá obligada a decidir entre: sostener la poca cordura que le queda o sucumbir f...
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El bate se elevó, y un aberrante crujido me atravesó los oídos. Golpeó de nuevo, y el hueso siguió rompiéndose, pero ahora el ruido era pegajoso. Continuó aporreando aquella cabeza, hasta que el cuerpo se desplomó en un golpe seco contra el suelo
— Joder... —jadeó cansado, y si me esforzaba era capaz de escuchar como la sangre goteaba del bate, como sus botas pisaban el barro y el charco que había creado. Una respiración agitada por la adrenalina se oyó frente a mí— Tu turno. —elevé la cabeza cuando las púas del bate me rozaron la barbilla. Un líquido empezó a gotearme por el cuello. Era caliente, muy caliente— Tienes tres oportunidades, si fallas, lo intentaremos de nuevo. —no se escuchaba nada más que su voz, el resto del mundo era un silencio abrumante— Lo repetiremos hasta que aciertes, Riley, tenemos jugadores de sobra.
— Sádico de mierda. —musité con rabia.
El bate se clavó un poco más en mi piel.
— Tres oportunidades, empieza.
He fallado.
Les he fallado.
— N-no... no lo sé. —contesté ya sin ninguna valentía en el cuerpo.
— Di nombres, lobita.
Tragué en grueso, y solté con los labios temblando el primer nombre que apareció en mi cabeza.
— ¿R-Rick? —el terror me sacudió el cuerpo, causando que me tambaleara hacia delante y Negan apartara al fin a Lucille de mi cuerpo— ¿Rick está...? —empecé a hiperventilar, y con crueldad mi piel recordó el tacto de la suya.
Quiero besarlo, quiero...
Lo quiero vivo.
— Riley. —el aire me entró de golpe en los pulmones al oír su voz— Estoy aquí, e-estoy bien...
Mi cuerpo amagó con caerse al suelo ante el alivio que había recibido y, sin poder contenerme más, sollocé con los dientes apretados.
— No te derrumbes ahora. —dijo Negan con diversión— Todavía tienes dos oportunidades.
Y, aun sin ser capaz de ver nada, mis ojos buscaron a una segunda persona. Me detuve allí donde creía que estaba.
— Daryl. —apreté los labios— Respóndeme, p-por favor... —no contestó, y experimenté un dolor atroz en el pecho— ¡Daryl! —me desequilibré y, apoyándome sobre las rodillas, sentí como las bilis me subía por la garganta
— Aquí. —respondió con molestia.
El llanto se me atragantó, y la cabeza empezó a darme tantas vueltas que ya no notaba la tierra bajo mis pies.
— Última oportunidad. —canturreó Negan.
— Yo... y-yo no sé quien.... —balbuceé.
— Te daré una pista. —su brazo cayó sobre mis hombros— Cuando mis hombres interceptaron a esta persona... —resopló animado— No dejó de maldecirme, una y otra vez. Me odiaba. —fingió estar dolido, y me apegó un poco más a él para susurrarme en el oído— Debiste de contarle cosas horribles de mí. Eso está muy feo, lobita. —chasqueó la lengua causando un ruido irritante— Pero había algo... Algo que no dejaba de murmurar. —sus labios se pegaron a mi oreja— Decía: soy un superviviente. —experimenté la extraña sensación de sentir como la vida me abandonaba el cuerpo— Bueno, digamos que ya no lo es.
