Por una serie de problemas Akane se ve obligada a vivir con su maestro. Un hombre de 31 años, Aizawa Shota, algo cascarrabias, dormilón y serio, en cambio ella es despreocupada, bromista y muy juguetona.
¿Qué pasará en esa casa con esta curiosa pare...
Akane daba saltos intentando seguir a Aizawa mientras este la evitaba gruñendo.
- Oh, vamos Shota, ¿donde vas? ¿Por que te has puesto traje?
- No es de tu incumbencia.
- ¡Claro que lo es! ¡Te estas arreglando mucho, normalmente no lo haces! -Akane paró en seco mientras exageradamente se llevaba las manos al pecho.- ¿¡No será que vas a ver a otra más!? ¿¡Estás ilusionando mi pequeño corazón!?
Shota se giró bufando.- Idiota, ¿como piensas que haría eso? -Besó su frente.- Es algo del trabajo. -Akane esbozó una pequeña sonrisa, había engañado a Shota.
- ¿De profesor o héroe?
- ¿Por que preguntas tanto?
- Quiero saber la razón por la que me dejas aquí sola en casa.
Aizawa frunció el ceño, terminó bufando otra vez.- Iré a la casa de tus compañeros, para hablar a sus padres, es la única información que te puedo dar. ¿Entiendes? Cuando vuelva a casa te explicaré todo, necesito que esperes. -Acarició la mejilla de la menor y la pellizcó.- Se una buena niña y dame un respiro.
- Está bien. No tardes mucho. Quería estar todo el día contigo, estos días has estado muy ocupado. - Apoyó su frente en el pecho del mayor mientras estiraba los brazos dándole un abrazo.
Shota esbozó una pequeña sonrisa.- Volveré lo más pronto posible. Sal a dar una vuelta si quieres.
Aizawa terminó de preparse, Akane despidió a Aizawa en la puerta mietras movía la pata del gatito negro en sus brozos.
- Dile adiós a Shota Lucky. -Siguió moviendo la patita mientras el minino mauyaba.
Entró en un coche negro donde dentro lo esperaba All Migth con la ceja levantada al ver la peculiar forma de la chcia de despedirse y la sonrisa que tenía su compañero de trabajo en el rostro. Pasado un rato volvió a su semblante inexpresivo que tanto lo caracterizaba.
Tenían ambos que dar las explicaciones de por que decidían agregar una residencia a las instalaciones, para que así los alumnos se instalaran en pocos días. Aizawa hiba metalizado para todas las críticas que recibiría ese día y como las afrontaría para así no tener que dejar a su suerte a un alumno o alumna. Por el momento ninguna casa le había dado problemas la úncia que parecía que hiba a darlo sería la casa de Jiro Kyoka pero resultó ser un teatro más que nada.
- Estaba preparado para recibir más criticas -Aizawa se paso la mano masajeando su nuca para aliviar el estrés que tenía retenido- Te compraré un trago.
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A su lado Toshirori rió- Déjalo, no eres así. No puedo beber, y ademas la siguiente familia no será tan fácil
El coche paró frente a la residencia de los Bakugo donde los padres de estudiante y este mismo se sentaron en un sofá.
