El Secreto de James Potter

𝕮 𝖆 𝖕 𝖎́ 𝖙 𝖚 𝖑 𝖔 2

El día empezaba con el desayuno. Harry aún se sentía incomodo con sus compañeros de casa, aunque debía decir que algunos eran agradables y quizá, sólo un poco, el más agradable era Draco, si obviaba los comentarios.

Un desayuno balanceado y saludable como dictaba las normas del jefe de casa, que en este momento lo miraba con una expresión que vio en Vernon y Petunia.

Por otro lado, el profesor de DCAO (Defensa contra las Artes Oscuras), lo miraba con curiosidad y una leve sonrisa (eso quiso pensar porque parecía una mueca).

Recordó la sensación de antes y miro a otro lado. Leer por la mañana cuando no tenía sueño, acostumbrado a un estricto horario gracias a los Dursley, fue un buen ejercicio para descubrir algunas cosas como los magos que eran capaces de leer la mente.

No dudo que el profesor fuera un experto.

El desayuno termino y la primera clase empezó.

Transfiguración era una clase que la impartía la bruja del día de selección.

La jede de casa de Gryffindor, Minerva McGonagall.

Le tocaba con los leones y su supuesto amigo no le había hablado, tampoco le importaba (o eso quería aparentar). Pero no pudo evitar sonreír un poco burlón cuando llego tarde a la clase de Transfiguración junto con otros dos chicos que no conocía.

Draco se entero de esto, más que nada porque le contó (era momento de que se relacionara con los de su casa) y no dijo nada desagradable. Draco se había mordido la lengua sólo porque vio que Harry se veía algo triste a pesar de que aparentaba que no.

Harry se pregunto si transformar un fósforo en una aguja serviría en la vida, la clase les dijeron que sí. También pensó que sería fácil, pero apenas hubo algunos cambios.

Draco, él y una chica Gryffindor llamada Hermione Granger, hicieron alguna diferencia en sus fósforos, pero nada más allá que eso.

Era complicado.

En las clases de Encantamiento, que fue después de la clase de los Gryffindor y Ravenclaw, pasaron lista que cuando llegó a su nombre, el profesor se alego y cayó de espalda por la emoción.

La mayoría rio, algunos Hufflepuff también. Harry sólo curvo la orilla de sus labios, el profesor estaba avergonzado.

El profesor Flitwick enseño unos movimientos con la varita diciendo que era diciendo que debían practicarlo para mañana.

Y llego la hora de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.

El profesor llamado Thomas Gaunt, llegó por la puerta y dejo un libro en la mesa. El sonido sonó tan fuerte que el bullicio ceso.

Parecía enojado, pero cuando esos ojos lo miraron, se calmó.

"Da miedo" un murmullo que no se distinguía, provino de Draco que temblaba y en busca de calmarlo, tomó su mano.

Este abrió la boca y después la cerró. Un hermoso carmín tiñó las mejillas del rubio.

"Bien alumnos, siéntense" obedecieron sin ninguna palabra en la boca.

» Soy el profesor Thomas Gaunt y cabe decir que espero que se tomen enserio esta materia, podría salvarle la vida"

Miro a cada uno. Rojo y verde. Parecía que estaba complacido por esto, como si lo hubiera deseado por mucho tiempo.

El profesor paso lista y cuando termino, empezó a dar clase teoría alegando que la próxima llevarían a la práctica lo que aprendían en esta clase.