Before The Dream

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A HEAD FULL OF DREAMS
"A head full of dreams, you can see the change you wanted , be what you want to be" - Coldplay

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¿Qué sería de la vida, si las personas viviéramos sin sueños? Sin esa extraordinaria chispa de emoción que hace palpitar nuestros corazones con cada nueva creación mental, producto de los deseos más profundos de nuestra alma. Sin duda, aquellas ilusiones son parte fundamental para la vida diaria de cualquier ser humano y más aún, cuando la adolescencia llega a tu vida con una maleta repleta de sueños deseosos por hacerse realidad.

Cada ser anhela cosas distintas según su personalidad y prioridades; muchos sueñan con viajar, otros con terminar una carrera, encontrar una historia de amor perfecta ó conocer algún ídolo del momento. Otra gran mayoría comparte el sueño de poder subir a un escenario y deleitar al público con su voz a través de diversas melodías interpretadas con el corazón; añoran alcanzar el éxito y que su talento sea reconocido por decenas de fans alrededor del mundo. Sin duda un sueño bastante grande, que solo algunos son capaces de alcanzar con mucho esfuerzo, dedicación y por supuesto, con el apoyo incondicional de las personas correctas.

Por fortuna, en pleno año 2011 el éxito de reality shows como The X Factor habían alcanzado grandes niveles de audiencia en Reino Unido, logrando así, que decenas de personas tuvieran la oportunidad de demostrar su talento y lograr grandes carreras dentro de la industria musical. Pero entrar a dicho programa no era nada fácil, pues en cada audición los jueces exigían a los aspirantes entregar lo mejor de sí mismos para demostrar porque merecían tan apreciado lugar dentro de The X Factor. Cada año, miles de sueños se quebraban al no ser seleccionados para poder pasar a la siguiente etapa, mientras que otra decena de afortunados encendían sus motores para iniciar la más grande aventura de sus vidas.

La octava edición de The X Factor había presentado algo diferente que había llamado la atención del público rápidamente. Durante las audiciones los jueces habían encontrado un gran potencial de voz en tres chicas provenientes de diferentes ciudades del país, las cuales como solistas no mostraban quizá ninguna cualidad extraordinaria, pero en conjunto eran una explosión total que no podían dejar escapar de su programa ¿Cómo el destino podía ser tan perfecto para hacerlas coincidir justo en ese momento? Sin duda el ingreso de Mavy Army, Daly Gallagher y Ari Smith, como una Nueva Girl Band sería uno de sus mejores aciertos, pues a solos un par de meses de darse a conocer ya eran toda una sensación en el público adolescente que seguía el Reallity Show.

"Dreams", como ellas mismas habían decidido llamarse (gracias a que todo lo que las había unido fue el compartir los mismos sueños) era toda una mezcla de talento, frescura y diversión. Las distintas personalidades de sus integrantes provocaban una cautivadora explosión de dulzura, alegría y rebeldía que a más de uno enloquecía ¿Qué adolescente podría evitar identificarse con al menos una de ellas? Sin duda eran unas de las favoritas para ganar el anhelado primer lugar ahora que habían logrado pasar la semifinal durante la última transmisión del programa. 




Todos los finalistas estaban eufóricos de emoción y llenos de adrenalina por que el día de la Gran Final se acercaba, sin embargo, la producción había anunciado que tendrían un evento especial antes de que la octava edición de The X Factor llegara a su fin, para poder recompensar a sus mejores talentos y lograran relajarse un poco ante el gran estrés por el que naturalmente atravesaban.

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Jueves 7 de diciembre de 2011

El atardecer caía lentamente sobre la bella ciudad de Londres. Cientos de personas eufóricas abarrotaban las calles de una de las más reconocidas avenidas de la capital, dispuestas a llegar lo más cercano posible de su objetivo principal. Todos los medios de comunicación permanecían atentos para obtener las mejores y más sobresalientes imágenes del evento que se llevaría a cabo aquella noche. Las vallas de seguridad rodeaban la reluciente alfombra roja que guiaba el camino de varios metros de longitud hacía uno de los recintos más reconocidos de Reino Unido, la Plaza de Trafalgar; donde más de mil personas se abarrotaban en la explanada en la cual habían acampado durante todo el día para estar lo más cercanos posibles a sus grandes ídolos.