¡No respondo preguntas!

61 6 38
                                    


Después de esa escena, seguir mi día fue... Un campo de batalla.

Cuando entré, todos querían amontonarse a mi alrededor para saber qué ocurría; así que caminar era imposible, como han de imaginar.

-¡Piko, Piko, ¿Acaso ya se enteró de que eres un chico?!- Preguntó Gumi, una chica conocida en la universidad por tener un blog. Yo no quise contestar a nada.

-Oigan, lárguense, no se metan en mis problemas.- Dije bastante harto ya de tanta multitud, pero ellos no estaban dispuestos a dejarme ir sin saber qué estaba pasando.

-¡Oigan, déjenlo ya!.- Una voz resonó en todo el pasillo principal; demandaba silencio a los demás. Era Yuma, quien con paso decidido caminó hacia mí y me sacó de la multitud de un movimiento, como si no le costara nada.

Me sacó de ahí como si fuera mi guardaespaldas; pero claro, no debemos olvidar que incluso aunque me proteja como tal, sigue siendo mi amigo.

-Oye ¿Todo bien?.- Preguntó él en voz baja, protegiéndome por la espalda, como si no quisiera que nadie me viera, ni se acercara, incluso si ya nadie nos estaba persiguiendo realmente. 

Yo le sonreí ampliamente, sin poder esconder mi emoción. Él se sorprendió por mi reacción, supongo que esperaba todo lo opuesto por el aura que inspiraba la escena que armé con Fukase.

-Todo excelente, Yuma.-Contesté, pasando mi mano por su espalda para darle unas palmadas amistosas. Me separé de su agarre y caminé a su lado con naturalidad, aunque él aún seguía confundido.

-Wow, ¿Qué pasó con ese cantante que te tiene tan alegre, niño?.- Yuma me empujó con suavidad y una voz burlona, lo cual me hizo reír.

-Bueno, no está molesto ¡Así que eso ya es lo suficientemente bueno!. Pero ¿Sabes qué más? ¿Qué crees que pasó?.- Le di algunos golpecitos en el brazo por la emoción, y él se rió bajo.

-A ver, deja adivino. ¿Se convirtió en tu sugar daddy?.- Dijo en un tono de broma bastante obvio, yo negué de inmediato.

-No, mejor. ¡Es probable que le llegue a gustar! ¿Sabes lo ilusionado que estoy por eso? Dios mío, me va a dar un paro.- Mi pelirosado amigo comenzó a echarme aire para que no me muriera en ese instante, lo cual se agradece. 

-Entonces, te deseo suerte enamorando a tu súper estrella mocoso. Joder, parece que estás dentro de un fanfic; muchas chicas matarían por ser tú.-Rió. Por mi parte, solté una sonrisa maliciosa. Es verdad, estoy justo en la posición por la que muchas chicas matarían por estar. Me sentí victorioso por ello.

Porque si veo al pasado, antes de conocer realmente a Fukase más allá de sus álbumes; jamás se me hubiera ocurrido que yo también movería el cielo y el mar por estar con esa preciosidad de hombre.


|°|


Los últimos cuatro meses pasaron con normalidad: Fui a la escuela, pasé exámenes, tuve más clases, posé para Yukari, ¡Incluso fui a una pasarela! Fue bastante apresurado, y juraría que lo hice fatal porque no soy un modelo profesional; pero amé sentirme famoso por unas horas. Quiero decir, como los famosos ricos. 

No pude ver a Fukase en todos estos meses, pero aunque suene contradictorio, eso me hacía feliz.

Resulta ser que el día que fue a verme, fue un día antes de que se fuera de gira. ¿Y saben porqué eso me hace feliz? ¡Porque corrió a verme EN PERSONA para arreglarlo todo antes de irse! Debo admitirlo, me sentí como alguien importante con ese hecho rondando mi cabeza.

Ésta no es una historia genérica de Vocaloids en la escuelaWhere stories live. Discover now