♡🍓𝑬𝒍 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒐 𝑫𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒓𝒆𝒔𝒂𝒔🍓♡

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¡Oye, chico de las fresas!

Un joven de cabellos cafés y ojos zafiro, se encontraba en la estación de trenes, al fin había vuelto del aburrido viaje a la ciudad de su hermana.

Estaba feliz, ¡sólo quería volver a ver a aquel chico de ojos marinos!

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¿Qué estaba pasando?

El negocio estaba cayendo cada vez más, ¿Qué sucedió mientras él no estaba?

-Oye, Hermanita... ¿Qué paso durante mi el tiempo ausente? -Preguntó amablemente, miraba a su hermana menor quien estaba a cargo de la verdulería cuando él estuvo ausente-

-Nada interesante -La poca importancia que le ponía a su hermano era detestable, solo miraba su teléfono sin siquiera prestarle atención-

Aquella pequeña campana de la puerta había sonado, el de cabellos café fue a atender a lo que esperaba que fuera un cliente.

-Hola, ¿Que necesita? -Este cruzó la puerta para ver a la persona que estaba esperando en la barra-

-Oh, Buenas tardes Sebastián -Su sonrisa se extendió mientras un pequeño rubor aparecía en sus mejillas-

-Carlos, Qué bueno volver a verte -Ya estaba preparando una pequeña bolsa de fresas-

- ¿Cómo estás? -Dio una leve risa, mientras tomaba la bolsa que el mayor le entrego-

-Bien, ya estoy en casa, es lo mejor -Tomo el dinero que el menor le dio y lo contó- ¿Algo más?

-Sí, ¿Me podrías dar tu número? -Aprovechó el momento mientras su sonrisa se extendía aún más-

-Eso no lo preguntes, dulzura -Sentía su corazón latir luego de tirarle aquél piropo, le entrego una pequeña hoja con su número en ésta-

-Gracias, Bombón -Su caminar se dirigió a la puerta mientras llevaba la pequeña bolsa y su extensa sonrisa en sus mejillas rojas-

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La brisa fresca y el aroma de las flores de jazmín que perfumaba las calles, uno de los tantos placeres de volver al lugar que tanto amaste durante años.

-Oye, ¡chico de las fresas! -Se escuchó la voz de cierto joven-

El de cabellos castaño, volteo a ver, encontrándose con un muchacho de ojos verdes, vestía con una camiseta blanca, un abrigo grisáceo y un jean negro.

-Uh?, ¿te conozco? -Miró al joven que se acercaba a su posición-

-No me recuerdas?, Soy Ángel o si prefieres llamarme Acenix -Sonrió mientras jadeaba de tanto correr-

-Ángel, pensé que te habías ido del pueblo -Su tierna sonrisa apareció dejando un pequeño rubor al de ojos verdes-

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Aquel niño con ojos tan peculiares~
Algunos lo tomaban como "fenómeno", otros lo tomaban como un niño pequeño queriendo ser normal.
Y muchos lo consideraban un gran amigo, que se hacía apodar "Acenix"
De una familia disfuncional, llegó un pequeño que solo quería el cariño y atención de alguien~

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"El chico de las fresas "