C a p í t u l o [DOS]

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[EL TRATO]

Boom Boom Boom Boom, i want you in my room~
La alarma sonaba y aquella pegadiza canción desesperaba cada uno de mis sistemas. Bastante dormida le grité a Cristina que la apagara. Esta siguió sonando y me tuve que parar. Después de que la irritante melodía cesó, puede notar que la rubia estaba bañándose.
Entré al baño para hacer mis necesidades, ya que entre nosotras, no había vergüenzas. Ella salió envuelta en su clásica toalla gris y se encaminó hacia el cuarto, mientras yo entraba a la ducha. Una vez las dos estuvimos listas, fuimos a desayunar.

-¿Cómo os ha ido anoche?-cuestionó por lo bajo dejando ver la comida que masticaba, yo la tapé ligeramente con asco.

-No hables con la boca llena, rata inmunda. Y bien, aunque volví a las 5.-ella río.

-La próxima prometo ir, ayer estaba realmente cansada.- yo le sonreí.

Ese día pasó rápidamente.
Por la tarde teníamos entrenamiento, así que, un rato antes nos dirigimos hacia la cancha.

Los chicos estaban haciendo flexiones y abdominales. No era nada raro para nosotras, hasta que mí vista se centró en el capitán.
David estaba mojado, llevaba una camiseta de tirantes, la cual estaba ligeramente hacia arriba, dejando ver parte de su torso. Parpadee repetidas veces cuando mí mente comenzó a hacer comentarios, sugiriendo el atractivo del nombrado.
Observé a mis compañeras, quienes hablaban sobre Samuel y lo bueno que, este, estaba. Reí levemente, el chico era todo un rompecorazones y lo sabía.
Escuché al entrenador llamarlos y este, para mí sorpresa, les anunció que estaban dentro del campeonato. Le mostré una dulce sonrisa al castaño, quien se notaba muy feliz.

Me dirige hacia el baño para cambiarme, ya estaba por terminar su turno en la cancha y yo seguía en mis jeans rotos. Escuché a los chicos acercarse y salí rápidamente.
Susurré "felicidades" y David no tardó nada en responder.

-¿Miedo de perder el título, arpía?- fruncí el seño. Hacía tiempo me llamaba así y eso no dejaba de irritarme.

-Sinceramente, no.- le otorgué una sonrisa de lado-Realmente lo merecían.-caminé hacia la cancha, dejando, a un sorprendido David, atrás.
Después de practicar durante una hora y media, nos retiramos.

•••

Mañana era nuestro día libre, así que, las chicas no pensaban entrenar por la noche. Yo, en cambio, me dirigía una vez más hacia el gimnasio. Llevaba una libreta y mí laptop, ya que, iba a continuar haciendo cálculos y análisis sobre las jugadas de nuestros futuros equipos rivales.
Me senté en las gradas y acomodé todo para poner a prueba mis cálculos.

Marqué el suelo con una tiza, en los lugares donde deberían encontrarse las chicas para que la jugada salga como yo quería. Primer intento, mal. Arreglaba el cálculo cuando escuché la puerta del gimnasio abrirse. Me volteé con el corazón en un puño. Observé a David a lo lejos ¿Qué mierda hacía aquí?

-Vaya, arpía. Que sorpresa.- soltó jugando con su bonita pelota negra.-Hacía mucho tiempo no te veía con lentes.- estaba más cerca de lo que me hubiese gustado. Sin embargo, aquella cercanía, me permitió admirar su rostro con detalle y, aunque me jodiese admitirlo, era realmente atractivo. Cada año se ponía mejor.
Ambos nos quedamos en silencio, simplemente mirandonos. Me moví rápidamente y seguí con lo mío.
Lo escuché tirar mientras terminaba el cálculo. Tomé un compás y una regla, comenzando a marcar las posiciones, una vez mas.

-¿Qué se supone que haces?- cuestionó curioso.

-Estudio las jugadas de los otros equipos.- hablé encestando, parecía que mí calculo iba bien.

-Que idiotez. Jugamos, no hacemos cálculos matemáticos.- comentó con gracia. Yo lo observé en silencio, la luz de la luna le sentaba perfecto.
Reconocía su "pijama" y por un segundo pensé que me gustaría verle sin el.

-¿Puedes ponerte sobre la cruz en el ángulo que marqué?- pregunté algo tímida. No me gustaba pedirle ayuda a nadie, mucho menos a él.

Sorprendiendome, David caminó hacia donde le indiqué y me hizo un gesto para que le muestre la jugada. Me coloqué en mí lugar y le tiré la pelota, ágilmente me moví hacia la otra marca y enceste. Cambiamos de roles y él encestó también, sin pensarlo, chocamos nuestras manos.

Mí reloj dió un pitido, anunciando el "3'21".

-En unos minutos van a estar los vigilantes aquí...- caminé hacia mis cosas.- Escondete hasta que puedas ir hacia el "H".- finalicé con intenciones de irme, pero él me tomó del brazo. Por el impulso choqué contra su pecho. Odiaba estar así de cerca con él.

-No soy como tú, no me va a salir bien esto. Ayudame y yo te devolveré el favor con la práctica de tus cálculos.- debía admitir que era una buena oferta, así que, sin pensarlo dos veces, asentí y lo arrastré hacia el pasillo.
Algo agitados nos metimos en un pequeño cuarto que apestaba a jabón barato, hacía unos años tenía una copia de la llave, puesto qué se la había robado a uno de los encargados de la limpieza. Cuando te llevas bien con las autoridades, se descuidan demasiado. -¿Cómo mierda tienes la llave?- chilló por lo bajo el de coleta, retrocedí para taparle la boca y por una mala pisada en la oscuridad terminé prácticamente sobre él. Me alejé ocultando mí sonrojo. Que tío odioso.

-Mira, David, esto queda entre nosotros. No quieres que te venda y haga de tu año, un infierno.- él alzó las manos en señal de paz y yo le sonreí.

Escuché pasos afuera y cuando supe que estaban lo suficientemente lejos, abrí la puerta y tomé al chico de la mano. Corrimos hacia el edificio donde residía y nos dirigimos a su habitación.
Entramos agitados, puesto qué, el miedo a ser atrapados, nos carcomía. Él cerró la puerta y ambos nos miramos risueños.

-¿Se puede saber que hacíais?- cuestionó una tercera persona, a la que obviamente identifiqué como Samuel. Este caminó hacia nosotros con confusión.

-No pienses mal, Vege.- acaricié su adormilado rostro y noté la mirada del de coleta sobre mí.- Casualmente, ambos fuimos a entrenar y se nos pasó la hora, así que tuvimos que escapar para que no nos encontraran. -él nos observó con una sonrisa de lado.

-¿Desde cuándo tieneis una relación de tanta confianza? No me digáis que sois amantes y yo no sabía.- comentó rápidamente David. Nosotros nos echamos a reír negando con la cabeza.

-Somos amigos, hace mucho.- explicó el castaño con simpleza y él otro suspiró.

-Me jode que no me lo dijeras, pero ahora me cierran muchas cosas.- el tatuado se notaba decepcionado y yo le di unas pequeñas palmaditas en el hombro con una sonrisa. David río.

-Puedes quedarte.- sugirieron a la vez. Yo negué con la cabeza, para después observar mí reloj.

-Si todo va bien, en 3 minutos me estaría yendo.- y así fue.

Volví a la habitación, con una extraña sensación de calidez dentro de mí pecho.
Durante la noche no pude sacar a David de mí cabeza. No quería preocuparme por ello, pero lamentablemente, no podía evitarlo.























~

¿Cómo te vas a resistir a un Fargan con camiseta de tirantes? Ufufufufuf yo me lo comía 😔👌
Tengo ganas de publicar todos de una, pero eso no es un buen plan jksjsjs

En cuanto tenga editado el próximo, lo público.

Amorcito para mis bellos lectores 💕

*ruido de mate en uruguayo*

R I V A L I D A D E S. [xFaRgAnx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora