♡🍓𝑬𝒍 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒐 𝑫𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒓𝒆𝒔𝒂𝒔🍓♡

🍓8🍓

Al fin, de nuevo en casa

No saben que placer más bonito, lanzarse de nuevo en la cama que tanto extrañabas, en aquel pueblo en el que anhelabas volver.

-Al fin!~
-Grito de felicidad mientras cerraba sus ojos disfrutando aquel momento en su suave y esponjosa cama-

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Se le escapó un pequeño suspiro al pasar por aquellas puertas relucientes de cristal, deseando ver la sonrisa de aquel joven de ojos zafiro.

-Buenos días Sebas-
-Corto la frase que estaba por decir, su sonrisa se desvaneció y miro a aquella chica que estaba en el mostrador en lugar del muchacho sonriente-

-Buen día, que necesitas. -Dijo con una sonrisa forzada aquella señorita que atendía en lugar del joven de ojos azules-

-Buen día, quisiera algunas fresas, por favor-Contesto amablemente con una sonrisa entre sus labios, aunque le quedaba la duda al de cabellos castaño-

La chica se demoraba mucho en hacer el pedido, pero tampoco podía exigir o quejarse, después de todo aquellas fresas merecían la pena.

-Aquí tiene. -Le entregó la pequeña bolsa con las fresas, solo le pago y comenzó a caminar hacia la puerta. Se sorprendió al no ver a ningún cliente más, ya que esa era la mejor verdulería del pueblo-

-Señor, ¿puede hacer el favor de comprar algo más que fresas? -Eso le sorprendió un poco, dio la vuelta y miro a la chica-

-Oh, pues...solo necesito las fresas...-Este se encontraba en aquellas puertas de cristal mientras el sol hacia deslumbrar estas-

-Pues, es obligatorio que compre algo más que solo eso. –"Algo amargada", pensó el de ojos tales como el océano-

-D-desde cuando es así? ...-Pregunto aún en estado de sorpresa, no quería pelear por una estupidez-

-Desde que estoy aquí, me parece inapropiado que solo compre esas asidas fresas -Dijo frunciendo el ceño, ¿Quién era para decir y exigir eso? -

-Discúlpeme, Pero solo me gustan las fresas -Dijo aún tranquilo, solo volvió a su camino, no lo forzarían a comprar cosas. Y más si aquella persona no le agrada ni a primera vista-

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Pues así fue, una tarde con fresas asidas, la primera vez que sentía aquel ardo sabor en las delicias tan jugosas y rojas como ese fruto

Siempre compraba fresas y demás verduras en ese pequeño pero delicado lugar, pero...
Este comenzó a perder su toque, desde que aquella mujer estaba allí, por el simple hecho de que ya no era como antes.
Ni siquiera vendían frutos en buen estado como era cuando aún estaba el de cabellos café.

Una semana entera sin fresas, y sin ver a aquel joven tan alegre...
Eso sí que le arruinó el ánimo.

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Su sonrisa siempre estaba presente para el chico de ojos zafiro, pero...
Cuando la hermana de este parecía, arruinaba sus tardes en aquel árbol, porque le desagrada esa chica de la verdulería entonces?

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"El chico de las fresas "