505 [m.c.]

epílogo ~ some days they taste like lemonade. ~

Un mes después.

"Michael." dijo aquella voz despertándolo de su sueño. "Michael." por la manera en la que pronunciaba su nombre sabía de quien se trataba.

"¿Ashley?" dijo restregándose los ojos, la pelirroja estaba mirándolo al otro lado de la cama con una ceja levantada.

"La misma." sonrió sarcásticamente. "¿Me extrañaste?"

"Si digo que sí, sería mentira." respondió entre risas así que ella lo golpeo.

"Imbécil, apenas salgo y así me recibes." dijo saliendo de la cama para buscar su caja de cigarrillos y encender uno. "Ya veo que tu y Amber..." y levanto sus cejas burlonamente.

"No es de tu incumbencia." dijo él rodando los ojos.

"Pero es el mismo cuerpo."

"¿Te han dicho que eres algo perturbadora?"

Ella rió con soberbia. "Siempre."

"¿Y qué tal todo?" agrego incomodo mientras se sentaba en el borde.

"No eres muy bueno en esto." dijo haciendo un mohín, la pregunta era ridícula.

"Lo sé, apesto."

"No, de hecho, me alegra que Amber haya encontrado a alguien como tú Mike, sé que está feliz, pero no dudes que si le rompes el corazón te aterrorizaré en las noches." exclamo seria, aunque el rubio rió. "Es enserio."

"Te creo capaz, ya sabes donde vivo." y sonrió seguía siendo la sobreprotectora y considerada Ashley. "Pero eso no pasará."

Ella asintió apagando el resto de su cigarro. "Eso era justo lo que necesitaba oír, espero vernos pronto Michael." y se acostó a su lado tratando de dormir.

Mike imitó su comportamiento y no pudo evitar sonreír amaba ambas partes de ella.