BLOOD AND FIRE (Patrick hockstetter y tu)

Capítulo 8: Fire

Te mantenias a flote, tu mirada lo veía con furia y a la vez pureza.

-Puedes salir de un puta vez?-Te dijo Patrick haciendo una mueca con fastidio.

No respondiste, no planeabas salir... Por razones obvias, pero el frío te estaba consumiendo, y probablemente te iba a llegar a dar neumonía.

Suspiraste. Nadaste a las escaleras que daban la entrada a la piscina y saliste tiritando, el azabache te dedico una mirada seria y tu sólo decisidiste esquivarla intentando caminar hacia los vestidores...

Pero la herida que te habían proporcionado era demasiado profunda, te dolía como si estuviera clavada en ti el tallo de una rosa, penetrando con ardor tu pierna. Ignoraste aquel dolor e intentaste caminar e incluso correr hacia allá... Pero era imposible, te caiste en el intento y Patrick rio levemente.

Te estaban humillando...

-Callate!-Dijiste sentandote en el piso algo sonrojada.

Patrick te observo como si estuviera viendo la mayor atracción en el Museo de su vida, eras como un chiste para él en ese momento... O eso sentías.

Mirabas al suelo, no pretendias moverte, estabas paralizada.

Las botas de patrick se hicieron presentes, se dirigía hacia a ti a paso lento.

-Patrick porfavor....- Le dijiste suplicante sin siquiera dirigirle una mirada.

No había respuesta, él sólo seguía caminando hacia ti admirando tu agonía.

Cuando ya estaban a unos buenos centímetros de ti, se agachó a tu altura, y te miro fijamente, esperando a que le dirigieras la mirada.

Cerraste tus ojos colocando una mueca de fastidio en tu cara, la levantaste con la mirada sincera.

Patrick te miro y levantó una ceja.
-Actuas como una retrasada-Dijo mientras sacaba algo de su bolsillo.

Suspiraste fastidiada, pero algo que si te tenía alterada era que estaba sacando de su bolsillo.

Si muñequera con pinchos tintineaba junto con el nuevo objeto que adornaba su mano.

Su querido encendedor, con sólo verlo, empezaba el temor

-Augh!!! Patrick porfavor no te he hecho nada!!!-Dijiste alarmada removiendote en tu lugar.

Este te miraba con curiosidad, hasta que agarró una navaja lo cual te hizo empujarlo.

-Por la mierda niñata! Quédate quieta un momento no te haré nada estupida!!!-Dijo este alterado.

Tu sólo le miraste con miedo, intentando encontrar algo con que golpearlo cercano... Pero no había nada. Mientras ideabas un plan, este hacia algo extraño con esos dos objetos.

Primero te miraste las piernas, esa herida que te hizo Henry era extremadamente profunda y probablemente te haría perder mucha sangre, o incluso, provocar una herida de tercer grado, tenías que hacer algo con ella.
Si corrias o escapas ahora, probablemente Patrick te perseguiria, y tu con una pierna mala y un adolescente más alto que pie grande, era muy obvio quien sería el ganador.

Tal vez si le golpeabas cuando se te acercara... pero eras muy débil, sólo tienes 13 años, y el... Cuanto? Como 16 años de pura maldad.

No pudiste siquiera armar tu plan cuando Patrick llegó y se agacho a tu altura con su navaja brillante.. Quemada al rojo vivo.

Okey... Ahora si tenías miedo.

La sangre no paraba de emanar de tu pierna y el pánico ya empezaba a apoderarse de ti, estabas entre una navaja y la pared.

-Ten- Patrick te dio su cinturón

Le miraste extrañada y con algo de asco.

-Sólo tomalo...- Te dijo agotado.

Lo agarraste rápidamente con algo de miedo... que se suponía que debias hacer con eso?

Patrick empezó a acercar la navaja a tu herida, o Dios santo! Este tipo te quiere dejar invalida!!! ENFERMO DE MIERDA.

Patrick te miro muy cerca tuyo y con ojos de soñador.

-Si te duele tienes el cinturón, muerdelo porfavor, si no armaras un escándalo-Con total calma dijo aquello aquel palido con cabellos negros como la noche.

Todo aquello te parecía extraño... Pero de cierta forma dulce... Ahora no sabias que pasaba por esa mente enfermiza de Hockstetter... Pero lo que si sabía era que sus palabras fueron seguras y dulces de su parte.

Colocaste el cinturón en tu boca con algo de vergüenza y miedo.

Allí es cuando Patrick te hizo sentir el dolor más grande de tu vida, el ardor más fuerte junto con el frío más caliente que perforó toda la sensibilidad que hubiera estado en tu pierna.

Había colocado la navaja al rojo vivo en tu pierna, no la enterró pero si la apretó allí.

Tus dientes hicieron rechinar el cinturón con dolor profundo, ferviente.

Cuando al fin lo solto, lágrimas cayeron por tus ojos en total agonía por el dolor que te había proporcionado.

Te abrazaste a ti misma con tal sentimiento de estrellas puntiagudas que perforan tu pierna.

Patrick te miro con ojos inocentes y puros, simplemente te observaba.
Tu le miraste a los ojos con penosos.

-Cual es tu p-problema?-Dijiste aún llorando.

Patrick te miro con ingenuidad.

-Se llama cauterizar-Te dijo con tal voz de adolescente fuerte y dura- Se le hace a heridas profundas en la antiguedad, así la coagulación va a subir, y ya no sangrara y podrá repararse más fácil-Termino con calma y mirando a otro lado.

Entonces... él lo hizo con buenas intenciones... Él no quería lastimarte, al contrario, quería ayudarte a su manera.

Tu corazón nunca había latido tan fuerte... tanto por el dolor que sentías y por el gesto de patrick.

Se miraron fijamente, y tu sólo podías ver aquellos ojos que escondían un hermoso ser apesar de tener una máscara hundida en desequilibrio y poca cordura.

Patrick al ver tu mirada tan profunda empezó a sentir un leve rubor en sus mejillas... Nunca una ilusión le hizo sentirse así y le provocaban náuseas.

-Eh...-Dijo mirando al costado-Será mejor que me vaya... de todas formas... ahora puedes correr... vete rapido!-Dicho esto Patrick saltó la reja con gran astusia y se esfumó en la oscuridad de el bosque.

Oh dios...
Patrick~

Sacudiste la cabeza por aquello y rápidamente fuiste por tu ropa a los camerinos y te fuiste corriendo, las bicicletas no estaban sólo la tuya... supusiste que salieron disparatados a la casa de Richie y se olvidaron de ti...
Vaya amigos eh?

La tomaste y pedaleaste con fuerza.