¡VEN Y CALLAME! Larry/Ziam/Shiall (Adaptación)

Cap. Especial (Pablo&Miguel)

Liam abrió la puerta de su casa y caminó hacía las escaleras tratando de no hacer ruido para no tener que cruzarse con su madre.

Pero todo el plan falló, su madre salió de la sala y lo miró.

- ¿De dónde vienes? Ya es tarde.

- ¿Ahora te importa lo que haga?

- Eres mi hijo, claro que me importa.

- Salí al cine, solo eso, ya me voy a dormir.

- No, espera... platícame como estuvo todo ¿tienes novia? ¿cómo es ella?

- No tengo novia por favor deja las preguntas, quiero dormir. - dijo antes de subir las escaleras.

Su madre no podía saber qué era lo que estaba pasando con Zayn, porque ella no lo entendería, si quería hablar con alguien que lo entendiera perfectamente y lo apoyaría ese sería su padre.

(...)

Pablo sirvió su café y camino hacia la sala para sentarse junto a Miguel.

- Liam estuvo aquí por la mañana, se quedó a desayunar y hablamos un rato - explicó.

- ¿Liam? Creí que iba a la escuela.

- Si, solo que hoy no quiso ir, no me dijo por qué.

- Entonces... ¿De que hablaron?

- Me preguntó sobre nosotros, sobre lo que paso... tú sabes.

- Entiendo ¿le contaste todo?

- Si, esperó no te moleste, pero creó que debía saberlo.

- No importa, sabía que un día dejaría de creer todas las mentiras de su madre y querría saber la verdad.

- Está muy cambiado, desde la última vez que lo vi.

- ¿Todavía lo recuerdas?

- Si, eso no se me olvidara en mucho tiempo, él era un niño y no sabía lo que decía, pero de alguna manera sé que te dolió.

~Flash Back~

Liam miraba desde las escaleras a sus padres pelear.

Él quería su familia de vuelta, pero su madre no lo había dejado ver a su padre las últimas semanas, le repetía que Pablo no era su padre y que era un "marica" que iba a abandonarlos por otro hombre.

Todo había pasado demasiado rápido, al parecer su padre estaba con alguien más.

- Liam es mi hijo, tengo derecho a verlo.

- No es tu hijo, vete de aquí con ese raro ¡no volverás a verlo! - gritaba molesta.

Miguel se mantenía a su lado tomando su mano para que no cometiera un error.

- No puedes hacer algo así, el me necesita.

- Él no te necesita, no quiero que mi hijo se haga como tú.

- ¡Ser homosexual no es malo!

- ¡Cállate!

- Solo quiero verlo.

- ¡Liam ven aquí! ¡rápido!

El pequeño caminó nervioso hacía la sala, miró a su padre, pero también miro al hombre que estaba a su lado tomando su mano.

Ese hombre era del que su madre le había hablado, el que separó su familia, el que le estaba robando a su padre.

- Hijo... ¿cómo estás? - preguntó su padre.