Capítulo XII - Pasado

67 22 0
                                    

Justo antes de golpear la puerta con los nudillos algo dentro se le encogió y empezó a recordar todas las cosas que le habían pasado durante el bachiller cuando fue el nuevo.

Justo antes de golpear la puerta con los nudillos algo dentro se le encogió y empezó a recordar todas las cosas que le habían pasado durante el bachiller cuando fue el nuevo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nada más entrar al instituto respiró hondo. había sido el nuevo antes, aunque a los siete años no importaba mucho eso, ya que los amigos se hacían con facilidad, pero ahora tenía 16 y estaba a punto de entrar en un edificio que no conocía, lleno de gente que no había visto jamás.

Respiro hondo de nuevo y dio un paso al interior. Se dio cuenta de lo diferente que era a su antigua ESO, lo diferente que era al bachillerato al que habían ido sus compañeros... Cogió con más fuerza su mochila y se dirigió a las escaleras centrales en busca de su clase. Nada más llegar al primer piso giró a la derecha y vio a la izquierda del pasillo las aulas de los de letras.

Siempre había preferido las ciencias, la física y el dibujo técnico eran sus asignaturas favoritas, pero para hacer la carrera que él quería la orientadora le había recomendado hacer el bachillerato de letras mixtas.

Cuando entró en su aula vio la clase llena de gente. Todos vestían con el mismo estilo, totalmente contrario al suyo. Mientras que ellos iban de cuero falso con cadenas y ellas con leggins de leopardo y tacones, Ibai iba con unos simples vaqueros y una camiseta de Star Wars.

Todos se giraron a mirarle y se rieron y cuchichearon por lo bajo. Se sentó en una de las mesas libres y, cuando entró el profesor, todos se sentaron dejándolo a él solo.

A la hora del recreo no tuvo más suerte, ya que los pocos que se acercaron a él le escupieron a los pies o le insultaron.

Poco antes de que sonase el timbre del final del descanso una mochila cayó a pocos metros de él, la suya. Al mirar hacia la ventana vio a dos de sus compañeros de clase que se reían mientras admiraban la escena, la cara de Ibai y el como nadie le ayudaba.

	Mientras salía de clase pensó en atravesar por el frontón solitario que había a un lado del edificio, para así evitar también a la gente que le hacía pasar un tormento cada vez que tenían oportunidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras salía de clase pensó en atravesar por el frontón solitario que había a un lado del edificio, para así evitar también a la gente que le hacía pasar un tormento cada vez que tenían oportunidad.

Cuando creía estar a salvo, un balonazo le dio en la nuca y así le hace caerse hacia delante. Se giró a ver, encontrándose a los mismos dos que habían tirado su mochila con una sonrisa de oreja a oreja y muy malas intenciones.

—Vaya... la pelota no rebota en tu cabeza... ¿Rebotará tu cabeza en la pelota?

Antes de poder reaccionar estaba en el suelo mientras uno de los dos lo sujetaba y el otro se colocaba cerca de su cabeza y le ponía el pie en la mejilla.

—No sé siquiera si tu cabeza servirá para ser chutada... Aunque supongo que solo hay una manera de averiguarlo...

Separó el pie e Ibai cerró los ojos con fuerza, empezando a llorar aun cuando todavía no había recibido el golpe, pero ese golpe nunca llegó.

—Si no lo soltáis llamo a la policía... tengo todo lo que habéis hecho grabado así que os pillan sí o sí.

—Francisco... Que bien verte de nuevo...

—No uses mi primer nombre, ahora dejadlo en paz.

—Como quieras... pero que no se te suba a la cabeza que por estudiar grado y pasarte aquí más años no vas a ser mejor que yo.

—Solo tú eres peor que los demás por hacer cosas como esta.

Tras esa frase, Ibai sintió que lo soltaban y oyó unos pasos alejarse de él. Abrió los ojos por fin y se encontró con un chico algo pálido, de ojos azules y pelo oscuro corto.

—¿Estás bien?

—Sí... gracias...

—De nada... ya cometí el error de dejar que pegaran a un chaval hace poco... no voy a volver a hacer eso jamás.

Mientras los dos hablaban una figura miraba desde las sombras, odiando a uno y admirando al otro, deseando poder estar hablando con el que admiraba... Deseando pasar más tiempo con el que con nadie... deseando que él fuese suyo para siempre.

	Se dio cuenta entonces de que el chico que lo ayudó aquel día en el bachillerato y el que lo ayudó a principio de curso era el mismo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se dio cuenta entonces de que el chico que lo ayudó aquel día en el bachillerato y el que lo ayudó a principio de curso era el mismo. No lo había relacionado porque aquella vez lo llamaron por su primer nombre y él se presentó con el segundo. No lo había reconocido porque ambos solo hablaron esa vez. Todo había cambiado, pero todo seguía igual.

Impulsado por los recuerdos de aquel día y por todo el sufrimiento de los dos años posteriores, Ibai tocó la puerta con los nudillos y entró en el despacho dispuesto a denunciar a sus agresores.

Aunque Maite había sido la que más había hecho, se calló su nombre y su participación, bastante tenía con estar pasando la muerte por asesinato de su novio mientras no sabía si sería la siguiente víctima.

☉ ★ ☉ ★ ☉ ★ ☉ ★ ☉ ★ ☉ ★ ☉ ★ ☉

Mh... Me acabo de dar cuenta de que en esta parte tardo bastante en llegar hasta la victima, cuando en las otras suele haber aparecido ya como es secuestrada o incluso torturada y asesinada... 

Bueno, le quedan dos capítulos a esta parte, hay tiempo de sobra.

Comentad, dadle like, compartidlo, seguidme... o nada de eso, aunque ayude mucho, y simplemente disfrutad la lectura.

Andrea Marauri

Sangre bajo la pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora