Llevaba ya dos horas leyendo y sentía mis ojos a punto de explotar, me ardían y tenía un dolor punzante en medio de las cejas. Revisé la hora. Las 3:28. Tenía sueño y cada minuto que pasaba era la disminución de mis esperanzas en que otro código llegara. Hacia ya 3 meses de que el último mensaje llegara a mi celular con esos números sin sentido aparente. Al principio, claro, pensé que era una especie de broma o algo asi, y solo ignoré la misiva, pero cuando después de tres días mi bandeja de entrada estaba repleta de mensajes de ese tipo, decidí que algo debían contener tantos números situados en aparente desorden, soy una chica curiosa, que puedo decir. A pesar de mis cortos 16 años en el mundo, mi curiosidad me había hecho leer varios libros sobre muchísimas cosas, entre esas informática, con lo que pude desencriptar el origen de los mensajes... pero al compararlo con los códigos de varias zonas en el mundo, no coincidian y me dejaban aún mas confundida. Al comprobar que no se trataba de ningún operador fantasma, me concentré en decodificar los números para ver si podía formar alguna frase.
Por momentos me sentí ridícula intentando "descifrar" un "mensaje oculto" eso solo pasa en las películas, me repetía una y otra vez, pero algo muy dentro de mi me decía que ignorar esos mensajes no era una opción. Claro que llegue a considerar la idea de que se trataba simplemente de algún loco o persona peligrosa como mi parte conservadora me dictaba, pero mi lado curioso ganó una vez más. Segui asi durante aproximadamente quince minutos y decidí dejarlo para otro dia, en unas horas tenía mi rutinaria clase de ballet y lo último que quería era otra riña por mis horas de sueño con mi madre, mujer apasionada de el orden, la organización y la perfección.
"tolong jawab"
Desperté exaltada y miré a mi alrededor. Habría jurado que la voz venía de muy cerca mío... ¿o de adentro de mi?
