Capítulo 1

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Enojo, tristeza, ese dolor que se aclimata en mi pecho con tal intensidad que temo produzca un agujero. El nudo en mi garganta se aprieta cuando mis ojos captan la imagen más sucia y desagradable que nunca haya presenciado, ni en mis peores pesadillas hubiera imaginado tal cosa.

¿Por qué?

La rabia me consumía a medida que cada segundo pasaba, estrujo mis ojos con coraje y aparto las patéticas lágrimas que insisten en salir, pero no les voy a dar el lujo de verme como ellos quisieran.

Todo paso tan rápido que no me doy cuenta cuando todo éste escándalo se hizo más grande. Golpes, cosas rotas, gritos y tan solo en un segundo todo se volvió una barahúnda, tal y como cuando hay gasolina en algún lugar y cae una chispa mínima de fuego e intentas apagar la llama con agua, pero se vuelve aun peor, así de mal.

***

Cada decisión que tomamos en nuestras vidas es importante por menor que parezca, me he visto involucrado en situaciones que envuelve: armas, muerte y mucha sangre corriendo de mis manos, todo por haber tomado una mala decisión bajo los efectos de la ira, es como si me convirtiera en otra persona, una que es mala y no le importa nada más que a sí mismo.

Rodeado y cegado por una furia que me llevó al mal camino, ese del que es casi imposible salir, un camino lleno de maleza, piedras hirientes en mis pies descalzos, sabor a sangre en mi paladar, todo por una mala decisión que tomé en el lugar y momento incorrecto.

Aún tumbado en la cama, lo pienso más de una vez antes de levantarme, no quiero tener que pasar por una suspensión otra vez, pero las ganas de ir a la escuela no son muchas. A duras penas, camino hasta el cuarto de baño, mientras espero a que se caliente el agua, pienso en ese sueño, se repite una y otra vez lo mismo.

El mismo sueño que se convierte en una pesadilla ya vivida, aún me persigue después de que ya ha pasado un tiempo considerable, la misma traición, las mismas personas, los secretos. Todos guardan secretos y a este nivel es difícil confiar en alguien más que no sea uno mismo.

A pesar de que se siente relajante las pequeñas gotas artificiales que caen sobre mi cuerpo, simplemente no podía dejar de pensar en el asunto, a veces me consume y me llena de rabia el no poder superarlo después de años, hago el intento, pero siempre termino mal, y cada vez estoy peor.

Con algo de prisa, me coloco el terrible uniforme de la escuela, pantalón negro demasiado formales para mi gusto, camisa gris con el logo de la escuela, corbata roja que me identifica como estudiante Sixth Form, es el último nivel de la escuela y no es obligatorio, es más como un asesoramiento para ir a la universidad que yo desee ir, todo depende de las calificaciones que saque en el A levels de la especialización que he elegido. 

Voy por la escalera con barandilla de hierro forjado que conduce al último piso, donde se encuentra la cocina y el comedor de planta semiabierta, camino con todas las ganas del mundo.

Un desayuno rápido de pan tostado, huevo y té de manzanilla, y ya estoy en mi moto, corriendo por las húmedas calles de Farrier Street en Camden Town, señal de que ha llovido. Hoy no tenía muchas ganas de lidiar con profesores, pero no es que tenga muchas opciones. La cálida brisa azota mi cara, no me siento lo suficientemente abrigado, pero es Londres, aquí nunca se sabe, el clima es oceánico templado, pocas veces sale el sol en el día.

Ya eran pasadas las ocho de la mañana, así que me apuro por estacionarme y entrar al salón de clases, estoy casi convencido de que he llegado tarde a la tutoría, pero al parecer la maestra es quién se ha retrasado. Como todos los miserables días ocupo el último asiento, mientras todo el mundo habla, coquetea y juegan, yo solo observo lo que hacen desde mi lugar.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora