H I M

5.3K 779 1.3K
                                    

Estaba realmente cansado, estaba ya todo sudado y la respiración la tenía agitada a más no poder, sus manos dolían por todos los golpes que había estado dejando en el saco de boxeo, pero simplemente no podía detenerse. Odiaba la sensación de sudor extremo, además de que estaba seguro de que toda la habitación olía asquerosa. Sin embargo, sentía que sus pies estaban enterrados en el suelo y por eso no podía moverse de su lugar, sólo sus brazos eran capaz de moverse con total libertad para golpear.

Ni siquiera es como si estuviese tan enojado. Entrenar era algo de todos los días. La diferencia estaba en que ahora necesitaba sacar todos los sentimientos que tenía guardados. 

Hace unos cuatro días fue la pijamada y desde entonces ha estado intentando evitar a Tomo y a Bakugo. No es como si ellos hubieran hecho algo malo en contra suya, sino que era Kirishima el que quería tratar de calmar los celos que estaban por todo su cuerpo.

Después de despertar de un susto porque Tomo le echó un jarrón con agua para mostrarle a sus amigos cómo lograba hacer que dejara de dormir en sus pijamada sabiendo que tenía el sueño pesado. No se enojó porque estaba acostumbrado y un poco de risa siempre era bienvenido en su vida, y después de eso se limitó a salir de la habitación para poder bajar por el ascensor hasta el primer piso, sus ropas limpias estaban recién lavadas y podía aprovechar de darse una ducha ya que gustaba de darse una al despertar. 

Y fue entonces cuando se encontró con Bakugo y Jirou en la cocina haciendo el desayuno, los hubiera saludado, haber hecho como si nada, pero antes de poder hacer algo parecido se dio cuenta de que ambos estaban totalmente serios mientras hablaban. No era masculino espiar conversaciones ajenas, por lo que se limitó a darse la vuelta para salir de la cocina, y estando a punto de doblar hasta los baños cuando algo le detuvo.

— Hablas como si de verdad no supieras cómo Tomo te está mirando.

— Y yo sigo diciendo que estás loca, mujer.

— Le gustas, deja de hacerte el idiota.

— Y tú deja de jugar a ser una bruja que adivina todo, aquí nadie te dice nada por cómo se miran tú y Kaminari.

— Porque nadie aparte de ti se da cuenta de eso, los demás no tienen las neuronas para hacerlo, ni siquiera Kaminari tiene la neurona para darse cuenta.

Kirishima hubiera querido protestar en su mente, pero sabía que tenía razón de que ninguno se había dado cuenta de eso. Incluso el mismo Kaminari se había quejado de que no sabía que hacer para que su crush le mirara. Al menos había comprobado ahora que ni Jirou ni Denki estaba interesado en Bakugo, eso era algo a su favor.

El lado malo es que ahora Bakugo también sabía que Tomo estaba interesado en él y no podría irse hasta descubrir su reacción. Pidió disculpas mentalmente a Crimson Riot por no ser lo suficientemente masculino para evitar escuchar una conversación ajena.

— Tampoco es como si tuvieras más neuronas que ellos si crees que le gusto al mejor amigo de Eijiro.

Kirishima sólo pudo pensar en lo lindo que se escuchaba su nombre cuando salía de los labios de Bakugo.

— ¿No planeas hacer nada por eso? 

— ¿Por qué tendría que hacer algo? Yo solamente veo a un idiota que quiere agradarle al grupo de su mejor amigo, no necesariamente tengo que gustarle.

Escuchó cómo Jirou soltaba un pesado suspiro, como cuando perdía la paciencia con el grupo y quería golpearles a todos.

— Supongamos, en tu cabeza de imbécil que no es así, que le gustas, ¿qué harás?

— Pues nada, no me gusta el bastardo, ya sabes que me interesa el otro bastardo, pero ya no quiero hablar de estas cosas contigo, maldita bruja, mejor termina de cocinar tu mierda o se te va a quemar.

Not him || KiriBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora