Efecto de Luna [Chanhun]

VI

El mencionado, con su cabello rojizo alborotado y sus expresiones más fuertes, marcadas y maduras, solo se dedica a sonreírle con esa conocida alegría abrumadora- ¿A que no te la esperabas?

Y Sehun solo puede apretar los puños enfurecido, antes de asestar su puño directo en el rostro del contrario.

- Tú... -lo señala con su dedo rencoroso, apreciando como el contrario rápidamente se repone de su golpe y le dedica una mirada de disculpa.

- Lo siento Hun -dice atropelladamente- Tal vez fue estúpido de mi parte creer que saber quién te dio duro, iba a resultarte tan gracioso como a mi ¡pero es tu culpa!

- ¿Mi culpa? -Sehun pone un rostro enojado e indignado- ¡¿Y por qué carajos seria mi culpa?! ¡Si fuiste tú quien me violo e hizo un atentado en contra de la naturaleza!

- ¡Por andar paseándote por no sé dónde y provocar a mi lobo! -grita el otro sin querer, alborotando sus manos de modo expresivo- ¡Cuando yo apenas termino de convertirme en un lobo adulto!

- ¡Pero si faltan dos días para la Luna Llena! -grita un peliblanco colérico.

- Díselo tú mismo a la Luna -le responde en cambio el pelirrojo cruzando los brazos con infantilidad y señalando con su mentón al cielo nocturno.

Y el peliblanco voltea para dar con directamente con la Luna, que se alzaba en lo más alto del cielo estrellado, en todo su esplendor.

Es entonces cuando se pregunta.

"¿Por qué no estoy cambiando?"

Y escucha el sonido de varios lobos aullando a la Luna.

Al parecer no son los únicos en medio del bosque.

Sehun decide que seguramente debe haber algo que indique su cambio, y pone atención a todo lo que su cuerpo podría estar sintiendo.

Inhala una gran cantidad de aire con lentitud, mientras cierra sus ojos y se centra en su propio cuerpo.

Dentro de sí, trata de buscar algo, de percibir algo y es entonces cuando aquella sensación de fatiga vuelve, haciendo su respiración pesada.

Luego aquel olor, ese olor que al parecer se había ido intensificando más, y que... extrañamente se origina a sus espaldas.

Sehun frunce el ceño, abre los ojos y voltea lentamente, deseando que no sea lo que parece que es.

Y lo es...

Frente a sí, un Chanyeol con los ojos completamente dorados e intimidantes se alza en todo su esplendor.

Sehun tiene que alzar levemente la quijada para dar con sus ojos.

Al parecer, del chico flacucho y desgarbado ya no quedaba nada.

Y es entonces cuando Sehun se da cuenta.

"Soy... ¿un omega?"