Efecto de Luna [Chanhun]

V

La sensación es tan abrumadora que inmediatamente cae sobre sus propias patas impidiendo la realización del objetivo del lobo fiero a sus espaldas, que saca a relucir sus dientes amenazante y gruñe de modo que Sehun se da cuenta que si en los próximos segundos no se le ocurre nada, no tendrá alternativas.

"Piensa, piensa, piensa..."

El lobo pelinaranja vuelve a gruñir y es entonces cuando Sehun sabe que realmente no tiene más opciones si quiere vivir.

Con las patas temblorosas, con su fuese una cría de venado recién nacida, Sehun se pone en pie y cierra sus ojos con fuerza, arrepentido de haber salido fuera en aquella noche.

Al verlo dispuesto, el lobo más grande se siente muy a gusto y lo demuestra al pasar su lengua rasposa por las orejas y el rostro peludo del lobo gris, dejando un poco de su aroma en él.

Sehun continua con los ojos cerrados y se da cuenta de que esa acción representa un gran error en cuanto percibe como las patas del animal a sus espaldas se anclan más a él, y como, al cabo de un par de intentos, su verga enorme se abre paso en su interior.

Sehun sabe que de estar en su forma humana, soltaría un par de lamentos, porque por un demonio que eso duele, con algo tan grande y duro entrando en su interior.

Su lobo suelta un par de lamentos, y el que está a sus espaldas no hace más que soltar gruñidos de satisfacción en medida que va recibiendo todo de él, hasta el fondo.

Siendo como son los animales interiores de cada cambiaforma, de una naturaleza más instintiva y primitiva, el que está encima de Sehun y a este punto se encuentra con los ojos completamente dilatados, apenas se ve completamente hundido en el interior del lobo más pequeño, no duda en sostenerse de él con sus patas con una fuerza mayor para evitar su escape y comenzar a salir y entrar con una brusquedad que solo los seres de su propia especie podrían tolerar.

Sehun no puede soportarlo más y empieza a creer que tal vez, la mejor opción hubiera sido que acaben con su vida, es por ello que no duda en caer sobre sus propias patas y removerse con todas sus fuerzas, para quitar a quien sea que tiene encima.

Lo cual no sirve de nada, porque con esa fuerza bruta de un lobo adulto, el animal se negaba a desprenderse de su cuerpo mientras arremetía con su interior una y otra vez.

Entonces Sehun siente como lo que se encuentra en su interior comienza a hincharse, y es doloroso.

Con más desesperación de la que nunca antes había sentido, el lobo gris se remueve con todas las ganas que le son posibles.

Pero ni aun así es capaz de liberarse.

Porque con esa misma determinación que Sehun tenía para escapar, el lobo a sus espaldas la tenía para cogérselo.

Pasan unos segundos antes de que el animal termine por derramarse en su interior, que, satisfecho por el orgasmo, se recuesta sobre Sehun que no siente más que cansancio por sus intentos de escape.

Pero a pesar de ello, su voluntad no muere y lo demuestra en cuanto siente que el miembro enterrado dentro de sí se encoge lo suficiente para ponerse en posición e impulsarse directo a su libertad.

Como consciente de sus intenciones, el lobo que tiene encima lo agarra rápidamente del pescuezo con sus colmillos y le gruñe.

Sehun se queda quieto, esperando que eso sea suficiente.

Pero el lobo más grande continúa gruñendo y es ahí cuando lo entiende.

El lobo pelinaranja desea que le muestre sumisión.

Y es cuando lentamente, el lobo gris hace a un lado su cabeza, mostrando su cuello.

Pero sigue sin ser suficiente porque el lobo más grande continúa gruñendo.

Entonces el lobo más pequeño se recuesta en el suelo y muestra su vientre al contrario, que convierte su gruñido de exigencia a uno de satisfacción e inclina su hocico para lamer su vientre y restregar su cabeza peluda en ella.

Sehun cree que a este punto no tiene nada más que perder, y solo le queda esperar para que todo termine e irse con el rabo entre las patas hacia su manada para dormir y tratar de olvidar lo que le estaba ocurriendo.

Entonces su hocico percibe un tipo de aroma que nunca antes había sentido, uno leve que de algún modo le tranquiliza y no se pregunta mucho por razones, solo se aferra a la sensación porque era la que más necesitaba en esos momentos.

Haciendo uso de su hocico, el animal más grande cree que ya es suficiente de impregnar su olor en el más pequeño y lo hace voltear una vez más para continuar restregando su olor por cada parte de su cuerpo.

De repente, el peso sobre el lobo de Sehun se reduce magistralmente y de inmediato sabe que es porque quien sea que este a sus espaldas, había pasado a su forma humana.

- Sehun -escucha su nombre en un ronco susurro que cala en sus huesos, porque al parecer se trataba de alguien que lo conocía- cambia para mi... -escucha la orden en un gruñido gutural.

Y Sehun lo hace.

En cuanto se ve a sí mismo en su forma humana, no puede evitar voltear para verificar si conocía a quien le había hecho esto con la luz de la Luna de apoyo.

- Chanyeol... -suelta ahogadamente al captar de quien se trataba.